Reconocen la obra de escritoras latinoamericanas

Las cuentistas de hoy expresan de una manera diversa el universo femenino: Carmen Alemany

Contribuir al esfuerzo de memoria colectiva que se empeña en rescatar del olvido aquellas voces invisibilizadas y excluidas del canon literario durante la segunda mitad del siglo XX fue el objetivo del ciclo Creación y Recreación de las Cuentistas Latinoamericanas, organizado en el Día Internacional de la Mujer por El Colegio Nacional, la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM y la editorial Páginas de Espuma.

Se realizaron dos charlas. En la primera, denominada El Cuento sin Orillas, participaron las académicas e investigadoras Lucía Melgar, Magda Zavala, Carmen Alemany y Alejandra Amatto, moderadas por Socorro Venegas, titular de Libros UNAM, y Juan Casamayor, editor de Páginas de Espuma. Se hizo referencia a la reciente antología de cuentistas de América Latina publicada en la colección Vindictas, de Cultura UNAM, “mediante la cual se aspira a rescatar de un inaceptable olvido la labor de mujeres profesionales que son poco conocidas pese a la importancia de su obra”.

La bienvenida la dieron Vicente Quirarte, investigador del Instituto de Investigaciones Bibliográficas y miembro de El Colegio Nacional, y Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural UNAM, quien comentó que el proyecto Vindictas “ha sido una especie de bola de nieve que ha dado lugar a una avalancha afortunada”.

Lucía Melgar, crítica cultural mexicana y especialista en estudios de género, habló de algunos rasgos literarios compartidos entre las escritoras incluidas en la antología. Dijo haber encontrado en varios de los cuentos un acercamiento a la condición femenina abordada con muy distintos estilos. Para ella, los temas abiertamente expuestos en las obras son la posibilidad de la rebeldía, del cuerpo como experiencia de gozo, la expresión del deseo de la mujer, la búsqueda de la felicidad como una aspiración, la soledad, la locura y la muerte.

Foto: Libros UNAM.

Cuentistas recientes

Por su parte, Carmen Alemany, académica de la Universidad de Alicante, se refirió a cuentistas de generaciones más recientes, quienes erradican de lo que se les acusó a las escritoras anteriores durante decenios: el excesivo detallismo, el subjetivismo carente de nivel simbólico y las recurrentes referencias a la órbita cotidiana y familiar.

Los centros temáticos que más manejan, señaló, son múltiples. “Estamos ante una renovación del discurso sentimental, las cuentistas contemporáneas están visibilizando los patrones de sometimiento social. Están abriendo otras brechas para seguir fuera de los cánones, lo que les otorga mayor libertad para renovar los temas, recrearlos, reformularlos. Las escritoras primero tuvieron una habitación, pero ahora tienen un mundo”. Esto último le dio pie para afirmar que las mujeres ya no son espejo, sino imagen.

Postura feminista

En su turno, Magda Zavala, investigadora costarricense, hizo un breve apunte de cuentistas sobresalientes de América Central con una postura feminista destacable. Particularmente citó a cuatro que discuten sobre la naturaleza de la mujer y su papel en la vida social: Pepita García Granados, Rafaela Contreras, Vera Yamuni y Yolanda Oreamuno.

“García Granados desafió a la sociedad de su tiempo al abandonar los papeles de género, polemizar en el campo político y ser pionera de los discursos feministas. A Contreras, esposa de Rubén Darío, se le considera la primera narradora modernista centroamericana. Yamuni promueve desde su obra las reivindicaciones de la presencia de la mujer en la cultura. Y Oreamuno maneja el asunto del gozo erótico como una reivindicación en sí misma”, recapituló.

Por su parte, Alejandra Amatto, docente e investigadora uruguayo-mexicana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, expresó que ser mujer y escribir literatura fantástica es de por sí difícil, pues además de vencer los obstáculos editoriales se tienen que superar otros como las circunstancias de género, clase social y específicas condiciones económicas y políticas.

Amatto resaltó que Vindictas muestra un camino trazado por las escritoras de décadas atrás. “Existe una expresión editorial que las está visibilizando… La discusión no debe ser por qué escriben las mujeres, sino por qué los criterios políticos, las editoriales y las propias instituciones culturales impidieron durante muchos años que la difusión de sus obras literarias fuera similar a la de los hombres escritores”.

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