Resiliencia, habilidad para enfrentar la vida

La autoestima, esencial; debemos ser capaces de valorarnos y sentir que merecemos estar bien aquí y ahora

180115-Aca5_princDar y recibir afecto, crear redes de apoyo, fortalecer los vínculos con los otros e identificar qué elementos nos ayudan a superar los problemas y situaciones infortunadas nos convierte en personas resilientes, es decir, seres humanos con capacidad para actuar de manera positiva ante las adversida- des, destacó María Isabel Martínez Torres, profesora de la Facultad de Psicología.

La resiliencia, explicó, es la habilidad emocional, cognitiva y sociocultural para reconocer, enfrentar y transformar constructivamente situaciones que causan daño o sufrimiento, o amenazan el desarrollo personal.

Inicialmente se pensó que se nacía siendo resiliente, pero después se observó que hay quienes poseen esta capacidad, y otros no. Entonces, se descubrió que pueden aprenderse ciertas actitudes o maneras de enfrentar positivamente los contratiempos.

Características

Algunos autores plantean que una forma de mitigar el riesgo frente a situaciones hostiles es enseñar habilidades para la vida como la comunicación asertiva, la cooperación o la resolución no violenta de conflictos, refirió.

Construir resiliencia se ha planteado como una forma de dar afecto y apoyo, pues desarrollar la capacidad de relacionarse es importante para tener vínculos más cercanos con los demás. “El acompañamiento de personas significativas nos ayuda a enfrentar momentos desfavorables y, al mismo tiempo, nos ofrece la posibilidad de apoyar a otros”, precisó la especialista.

“El humor es otro aspecto importante, pues la parte cómica frente a una tragedia o adversidad disminuye de alguna manera el peso de los problemas”

María Isabel Martínez | Facultad de Psicología

Otras particularidades

Alguien resiliente se caracteriza por ser introspectivo, independiente y por mantener cierta distancia emocional con los problemas. Asimismo, tiene iniciativa para emprender proyectos o involucrarse en actividades nuevas.

“El humor es otro aspecto significativo, pues la parte cómica frente a una tragedia o adversidad disminuye de alguna manera el peso de las dificultades”, indicó.

También es fundamental la capacidad creativa para buscar opciones; además, la autoestima es esencial, “debemos ser capaces de valorarnos y sentir que merecemos estar bien, aun en situaciones complicadas, es decir, sentirnos seguros de poder afrontar la adversidad, reconociéndonos en el derecho de estar bien”.

Igualmente, hay que tener autoconocimiento, “saber quién eres, con qué cuentas para construir redes afectivas, para ser escuchado y escuchar de manera comprensiva. Ante circunstancias contrarias necesitamos respetar las diferencias, porque alguien que no piensa igual a nosotros puede aportarnos aspectos que no alcanzamos a vislumbrar”, sostuvo.

La resiliencia puede desarrollarse a cualquier edad y varía de una persona a otra. Nunca es absoluta y es diferente de acuerdo con cada etapa de la vida. Por ejemplo, un niño y un adulto ven distinto el mismo problema y sus pensamientos y redes de apoyo no son iguales, comentó. No obstante, se podría afirmar que las habilidades y capacidades de cada quien están ligadas a su propio desarrollo.

Así, para construirla es recomendable tratar de identificar cómo reaccionamos ante ciertas circunstancias y qué nos ha ayudado a salir positivamente, reconociendo las actitudes y conductas idóneas, aprendiendo del pasado para vivir bien aquí y ahora, concluyó.

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