Resquicio, espacio para el arte emergente de América Latina

La nueva sala se inauguró con la exposición Siempreviva de Alan Hernández

Cabeza inclinada. Foto: Casa del Lago.

Casa del Lago inauguró Resquicio, un espacio dedicado al arte joven de Latinoamérica. La muestra Siempreviva, del artista oaxaqueño Alan Hernández, abrió esta nueva sala de exposiciones que responde a una de las líneas de trabajo actuales del recinto cultural universitario y que se propone apoyar el arte emergente de la región.

Resquicio será una plataforma “para voces fuera de los modelos hegemónicos y más allá de la oferta cultural capitalina”. En este espacio el público podrá encontrarse con miradas frescas e innovadoras en las que la contemporaneidad y los saberes locales se entrelacen de manera muy propositiva.

Cinthya García Leyva, directora de Casa del Lago, comentó en entrevista que con la apertura del espacio han pensado en cómo mantener la línea de programación que explora el arte joven a través de distintas disciplinas, específicamente en el campo de las artes visuales.

“Decidimos ponerle este nombre a la sala porque se ubica en un espacio estratégico. El que haya sido una bodega tiene algo de simbólico, y el que se abra como un lugar casi subterráneo, conceptualmente nos permite proponerlo como un sitio que quiebra y abre algunos territorios institucionales, donde jóvenes artistas con una trayectoria interesante y que cuentan con una obra sólida podrán valerse de ese resquicio, su primera plataforma, para que más público conozca su trabajo. A nosotros como institución nos permite generar otras redes, sobre todo latinoamericanas, para adentrarnos aún más en lo que está pasando en el arte emergente y no tan emergente”.

Artes visuales, instalaciones y experimentación con distintos medios formarán parte de la oferta, dijo la directora. “Nuestro objetivo es presentar una exposición semestralmente, y en cada una de ellas mantener ligadas las líneas de exploración propias de esta gestión, y que tienen que ver con el arte joven, pero además con la perspectiva de género y la interdisciplina”.

Refirió que hablar de arte joven latinoamericano abre muchas preguntas. “Se dio una discusión larga antes de presentar el proyecto. No resultó nada sencillo, dado que existen tantas diferencias políticas, geográficas, estéticas y artísticas en la región. Reconocemos que éste es un campo amplísimo y que la diversidad marca el eje de producción artística hoy en día”.

Textiles, dibujos e instalación

Sobre esta primera exposición –que cuenta con curaduría de la historiadora y gestora cultural Fabiola Talavera y de Beruz Herrero en la museografía–, Cinthya García consideró que Siempreviva presenta un trabajo bellísimo con textiles, dibujos e instalación. Para ella, el artista visual originario de Ocotlán de Morelos, Oaxaca, recupera saberes familiares y territorio, y con ello incentiva un diálogo entre el pasado y el presente.

El montaje fue un reto museográfico, explicó, ya que al tratarse de un recinto patrimonio histórico, las paredes no pueden ser intervenidas. Pero Resquicio será un espacio privilegiado por estar en Casa del Lago, un centro cultural en donde se han explorado las vanguardias desde hace mucho tiempo.

“El que este recinto sea patrimonio histórico nos obliga a cuidar mucho los montajes. Igualmente lo es respetar el espacio arquitectónico y, a la vez, hacerlo funcionar como un lugar abierto, activo… Queremos darles la vuelta a las auras intocables de ciertos lugares y permitir los resquicios, las fracturas, los huecos por donde puedan filtrarse otras ideas como mirar, incluir y renovar, ideas que tanto necesitamos como instituciones”.

Además, Resquicio enfatiza la horizontalidad, “y lo hace no sólo en el tipo de propuestas que hemos estado compartiendo con el público que nos visita, opciones que efectivamente son más experimentales y empujan hacia el universo contemporáneo en las artes; también en lo que significa poder formar parte de un espacio como éste, donde sea posible cuestionarnos qué significa que artistas no denominados como consagrados, pero con una obra sólida, creciente y un discurso coherente en su haber, tengan un lugar aquí. Nos interesa abrir la idea de que la mirada debe estar en la crítica, en la coherencia y en las apuestas artísticas; no tanto en los nombres, apellidos y genealogías”.

Al final de la conversación, la directora de Casa del Lago reiteró la invitación para que se conozca parte de la obra de Alan Hernández, quien se distingue por generar confecciones que detonan interrogantes sobre el cuerpo, la identidad, el género y la sexualidad. La gente que llegue a Casa del Lago podrá entrar por un Resquicio y salir por otro.

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