¿Retirada de tropas rusas diluye las posibilidades de que haya combates?

No. Prevalece la preocupación primordial de Rusia de que Ucrania se sume a la OTAN

Hace dos días, el gobierno de Vladimir Putin anunció el retiro de algunas tropas de la frontera que Rusia comparte con Ucrania. ¿Esto significa que el peligro de que estalle un conflicto armado en esa zona del planeta comienza a diluirse?

“No, de ningún modo. Sin embargo, sí es una prueba de que Rusia desea dialogar. Un gesto como éste importa muchísimo porque va cargado con un valor teórico y metafórico en un contexto político y diplomático multidimensional. Insisto: el hecho de que Rusia haya retirado algunas tropas de su frontera con Ucrania es un mensaje al mundo de que sigue abierta al diálogo. Putin ha dado muestras de que el interés principal de Rusia no es ir a la guerra”, responde Talya Iscan, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), experta en seguridad internacional.

En opinión de Iscan, la preocupación primordial de Rusia es que Ucrania se sume a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Cabe destacar que en 1991, justo el año en que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas desapareció, el bloque occidental se comprometió a que esta alianza militar no se extendería hacia el este de Europa. No obstante, tiempo después, el presidente estadunidense Bill Clinton violó ese compromiso y, en los últimos 25 años, 12 nuevos estados se han unido a la OTAN.

“En términos de seguridad internacional, eso implica una amenaza territorial para el poder y la influencia regional de Rusia. Entonces, lo que este país ha estado haciendo es proteger su zona. Además, el bloque occidental está perdiendo de vista que Ucrania y Rusia comparten una misma identidad y una misma herencia cultural. Ucrania forma parte del bloque postsoviético, y Rusia ha puesto en práctica, desde 1991, una política de apoyo a sus vecinos postsoviéticos. Con todo, pienso que no estallará la guerra. Ahora bien, Rusia está dejando claro que no va a dejar que la OTAN se expanda, por lo que preveo que habrá un diálogo cada vez más intensificado”, añade.

Conflicto frío e hidrocarburos

Otro jugador muy importante en esta crisis es China, país que de alguna u otra manera ya ha tomado la palabra e intervenido en ella, y que también se ha acercado a Rusia.

“Si lo vemos desde una perspectiva simplicista, el bloque no occidental está cerrando filas, aunque China no haya dicho que su interés sea entrar en guerra junto con Rusia. Ésta es, por cierto, una de las especulaciones del bloque occidental para generar incertidumbre a nivel público, pero yo creo que todos los jugadores principales, es decir, las grandes potencias, saben muy bien qué papel les toca desempeñar en esta crisis.”

Según la académica universitaria, al bloque occidental no le conviene dejar de hablar sobre la posibilidad de una guerra porque también necesita empoderarse y tener más influencia en la zona, y aunque, en términos militares Ucrania no representa una fuerza significativa para la OTAN, sí es un símbolo.

“Por lo que se refiere a Rusia, no hay que olvidar que es un gran proveedor de hidrocarburos, tanto para Europa oriental como para Europa occidental, y si el bloque occidental entra en guerra con ella, no sólo Ucrania sino también la Unión Europea se verían en un aprieto enorme. Rusia tiene presente esto y lo que busca es negociar con certeza, no con compromisos que se pueden romper en un par de años. Así pues, lo que le está diciendo al bloque occidental es: tú me debes tomar en serio porque soy un gran jugador y mi política exterior no ha sido expansionista ni invasiva, pero sí protegeré mi zona de influencia.”

De acuerdo con los parámetros del Conflict Barometer del Heidelberg Institute for International Conflict Research, Iscan cataloga la crisis ucraniana-rusa como un conflicto todavía frío.

Ante la superioridad militar rusa, que tiene cerca de un millón de soldados contra 150 mil de Ucrania, Kiev ha lanzado una nueva fuerza de Defensa Territorial que busca sea integrada por más de 130 mil personas. Para ello entrena a reservistas que no son militares, sino que son profesionistas que entre semana realizan sus labores habituales (como abogados, programadores o mercadólogos, por ejemplo), y los sábados entrenan. Es el caso, a las afueras de la capital, de un sitio de construcción abandonado en las afueras de Kiev. Los entrenamientos han reunido ahí a cerca de 70 lugareños, algunos con equipo completo de infantería con rifles de caza y con experiencia de combate, pero otros, hombres y mujeres, son dotados de rifles de madera para practicar ante una posible invasión rusa…

Con información de Reuters

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