Retos, modelos y perspectivas de las políticas culturales

La Cátedra Internacional Inés Amor en Gestión Cultural organizó el foro El reto de las políticas culturales, sus modelos y perspectivas. En la primera de las cinco videocharlas del encuentro dialogaron los gestores y expertos en el tema Alfons Martinell y Enrique Vargas, moderados por la investigadora y académica Inés Sáenz Negrete, sobre el tema Cultura y desarrollo sostenible en tiempos de pandemia.

De inicio, Sáenz Negrete consideró a la cultura como el cuarto pilar de la sostenibilidad. Dijo que encarna el deseo de que las generaciones futuras hereden un mundo no menos abundante y planteó que el desarrollo sostenible y el florecimiento de la cultura son interdependientes, ya que ésta no es parte de un sector sino es transversal a toda la sociedad, además de que es un derecho que otorga a cualquier comunidad memoria, identidad, pensamiento crítico, creatividad e innovación.

Enrique Vargas, funcionario cultural mexicano y productor teatral, dijo que el confinamiento ha propiciado una nueva etapa en la reflexión que ha generado otro tipo de diálogo reorientado hacia los nuevos horizontes de la gestión cultural y las políticas públicas en la materia. En este panorama emergente, consideró, es vital la construcción de puentes en la gestión con la intención de reforzar la colaboración, la coproducción y la corresponsabilidad. “Tenemos ya una nueva generación de gestores culturales a los que debemos darles nuevas herramientas”.

Derecho cultural básico

Para Alfons Martinell, de la Universidad de Girona, España, las políticas culturales han entrado en crisis, por lo que urge reformularlas y deconstruirlas. Ya no deben ser vistas como una acción graciable del Estado, sino como un derecho de los ciudadanos. “Hay que construir otra institucionalidad cultural, al igual que sus prácticas”.

Evidenció que durante el confinamiento la gente ha reorganizado su vida cultural desde sus hogares, pero también refirió que quedó al desnudo la brecha existente debido a lo desigual de la conectividad, situación que margina a una parte considerable de la población mundial. Esto mismo lo llevó a valorar que el acceso a Internet se está convirtiendo en un derecho cultural básico.

Puso de relieve que la cultura es un gran generador de condiciones imprescindibles para el desarrollo humano sostenible. “La cultura genera convivencia, autoestima, identidad, sociabilidad y cohesión social, crea ambientes propicios a los aprendizajes en general. Los lenguajes artísticos forman parte de este entramado para entender el mundo contemporáneo”, remató.

En la quinta mesa del foro, dedicada a las conclusiones del encuentro, Graciela de la Torre, coordinadora de Cátedra Inés Amor, expresó que la nueva era que se abre con la pandemia es una gran oportunidad para reconfigurar las políticas públicas, y preguntó cómo generar procesos participativos reales para que la comunidad de trabajadores de la cultura se involucre en el proceso.

Mario Espinosa, director del Centro Universitario de Teatro y uno de los coordinadores del foro, dijo que para replantear a fondo el sentido de las políticas públicas tiene que ampliarse hacia toda la sociedad la conversación sobre el papel de la cultura en este momento de reconstrucción social, económica y política. “¿Cómo se hace específicamente? Hay varios caminos y son inéditos, por lo tanto habrá tensiones, movimientos y debate, pero bienvenidos sean porque es lo que nos hace falta. Callar y tratar de que las cosas sigan pasando según la inercia, ya no es el camino”.

Por su parte, Eduardo Vázquez, coordinador ejecutivo del Antiguo Colegio de San Ildefonso y también coordinador del foro, señaló que en la cultura y en otros sectores es necesario romper la desconfianza existente entre el gobierno y la sociedad civil a fin de abrir el diálogo y que las políticas públicas se construyan de manera mancomunada. “La participación de todos se llama democracia cultural, sin ese ejercicio la cultura se atrofia”.

Las charlas del foro pueden verse en la página de YouTube de la Cátedra Inés Amor.