Synapsia transforma ciencia, humanidades y arte en experiencias

Actividades del festival en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca. Foto: cortesía UNAM Campus Morelos.
La química está en todo, por ejemplo, en nuestra ropa y cosméticos, y los perfumes no son la excepción, señaló Paola Montalvo García, profesora del plantel Oriente del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM al participar en Synapsia 2025, festival de ciencias, humanidades y arte.

Los aromas nos traen memorias, y éstas a su vez nos provocan nostalgia, alegría, tristeza y, a veces, enojo. Es decir, aromas se asocian con las emociones, dijo.

En la charla “Perfume, veneno y pócimas: la química detrás de los aromas”, expuso que alrededor del tema se han creado frases como “el perfume es una canción en tres tiempos: la estrofa que te atrapa, el coro que te enamora y el silencio que te queda en la memoria”.

Las sustancias aromáticas son una mezcla de moléculas volátiles, un disolvente y un fijador, explicó en el aula 2 de la Antigua Escuela de Jurisprudencia, en el Centro Histórico de Ciudad de México.

Dichas moléculas volátiles son esencias, como el acetato de octilo, que en este caso se encuentra en la naranja y que da un aroma a cítricos, que se combina con el disolvente más común, el alcohol, y se le agrega un fijador, para que no se volatilice la esencia.

Existen varias familias olfativas: florales, cítricas o maderas. Sus esencias se obtienen, en algunos casos, a partir de destilación, que es un método de extracción del aceite esencial, por ejemplo, especificó, de las flores secas de lavanda.

Ahí tenemos, agregó, química orgánica; se observan estructuras químicas de diferentes formas, pero donde la composición es de carbono, oxígeno e hidrógeno. Y si vamos un poco más a fondo, podremos ver grupos funcionales: aldehído, éter o cetona, conjuntos de átomos o enlaces dentro de una molécula que determinan sus propiedades químicas y su reactividad.

Al hablar de “olores peligrosos”, recordó que los perfumes se utilizan desde la antigüedad. Ejemplo de ello es que Cleopatra, reina del antiguo Egipto, usaba un perfume de su uso exclusivo, a base de mirra, cardamomo, canela y aceite de oliva; los tres primeros se maceraban y se agregaban al aceite, por lo que era una mezcla muy espesa que “enloqueció” a Julio César y a Marco Antonio.

En cuanto a los venenos, Paola Montalvo García mencionó la cicuta –causa de muerte de Sócrates en el año 399 a. de C.– que posee compuestos químicos alcaloides con propiedades tóxicas, siendo el más importante la coniina. Ahí se puede observar una molécula orgánica con un nuevo grupo funcional llamada amina.

En tanto, añadió, el arsénico fue denominado el “polvo de la herencia”, utilizado en pequeñas dosis para matar poco a poco a las personas, como reyes o reinas. Es un polvo blanco que se disuelve fácilmente y es indetectable: no tiene color, aroma, ni sabor. Así fue hasta que el químico James Marsh publicó en 1836 un método de detección del arsénico.

La diversidad científica en Morelos

El festival Synapsia reunió a cerca de dos mil personas en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca y en La Carolina, que abrieron sus puertas a estudiantes de bachillerato, licenciatura y público en general para disfrutar de más de 50 talleres, demostraciones, juegos, un concierto musical y proyecciones de audiovisuales con títulos como Ciencia con súper poderes, Misión antibióticos, Trayectoria aparente del Sol, De la milpa al maíz y Atrapando toxinas, así como la exposición Imaginario racional, de Aubin Arroyo, de la Unidad Cuernavaca del Instituto de Matemáticas por mencionar algunas actividades.

Todas ellas fueron presentadas por integrantes del Instituto de Ciencias Físicas, del Centro de Ciencias Genómicas, del Instituto de Biotecnología, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias y del Instituto de Energías Renovables, entidades que forman parte del campus Morelos de la UNAM.

Como un ejercicio para sacar la ciencia de los laboratorios, el Instituto de Biotecnología realizó una alianza estratégica con el Centro de Desarrollo Comunitario Los Chocolates en la emblemática colonia La Carolina, a fin de presentar actividades científico-artísticas a cargo de investigadores y estudiantes de dicho Instituto, en colaboración con artistas plásticos, conformando así un “Barrio Universitario” con la participación de infantes, adolescentes, mamás, papás, grupos de adultos mayores y vecinos de la colonia, quienes disfrutaron de los talleres “Joyas con cristales, dos caras de la misma organización”; “El arte de lo invisible”; “Neuroarte colectivo: conexiones sinápticas alostasis”; “Morfogénesis”, y la exposición Diverticlaje que estará exhibida durante todo el mes de octubre.

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