Revelan científicos cómo obtener beneficios máximos de la moringa

Contiene sustancias anticancerígenas, antibióticas, hipotensoras e hipoglucemiantes

La moringa, conocida como el “árbol milagro”, además de ser una opción económica para la alimentación, contiene sustancias anticancerígenas, hipotensoras, hipoglucemiantes y antibióticas. Para obtener sus beneficios es clave no someter sus hojas a temperaturas mayores a 40 grados Celsius, revela una investigación de la UNAM.

Mark Olson, del Instituto de Biología (IB) y titular del trabajo, explicó que estudios de laboratorio han revelado desde hace tiempo que esta planta es rica en una sustancia llamada isotiocianato, que favorece la destoxificación del cuerpo.

“Si hacemos té de moringa se destruye la enzima y no sucede la conversión. Si la cocinamos se destruye, todavía está llena de proteína, fabuloso, para ese uso es excelente, pero si queremos el efecto anticáncer y que ayude contra la diabetes se debe pensar en otra cosa”, indicó el investigador.

Árbol multifuncional

La especie más común en México es la Moringa oleífera, la cual es posible encontrar cultivada en la costa del Pacífico, desde el sur de Sonora hasta Chiapas, aunque también crece en la zona del Golfo y en varias partes de la península de Yucatán.

Este árbol, añadió Olson, pertenece al orden de las brasicales, donde también están la col, el rábano, berros y brócoli, entre otros. Todas estas plantas producen isotiocianatos, moléculas con azufre, cianuro y azúcares, que son muy activas biológicamente. Se sabe que los germinados de brócoli de tres días contienen una concentración muy alta de sulforafano, un isotiocianato cuyos efectos benéficos se han estudiado de manera extensa.

En los mamíferos, los isotiocianatos incrementan los niveles de enzimas de destoxificación de fase dos, lo que tiene un efecto benéfico para defender el cuerpo de sustancias nocivas que ingerimos todos los días.

Por ejemplo, la carne un poco quemada tiene sustancias solubles en lípidos o grasas, y para el organismo es difícil manejarlas. Las enzimas de fase dos justamente se encargan de varias reacciones que las desactivan y las vuelven menos nocivas, lo que permite que puedan desecharse.

Olson explicó que los isotiocianatos incrementan los niveles de las enzimas de destoxificación de fase dos, y se han realizado muchos análisis que muestran que esto ayuda a disminuir la incidencia de cáncer en células in vitro en animales y varios estudios en humanos, pero usando como modelo el brócoli. “Hemos hecho investigaciones que muestran que la moringa es una buena fuente de isotiocianatos, pues tienen igual o mayor potencia de inducción de respuesta fase dos que el sulforafano”, agregó.

A eso se suma que crece fácilmente en México, puede alcanzar los ocho metros en su primer año y, además de los isotiocianatos, sus hojas contienen 25 o 30 por ciento de proteínas digeribles por peso seco.

Por ello, y su bajo costo, desde hace décadas algunas organizaciones no gubernamentales la envían a poblaciones de escasos recursos, de ahí que se le conozca como el “árbol milagro”.

Beneficios máximos

Olson se interesó por la moringa 25 años atrás. Cuando viajaba por la autopista hacia el río Balsas llamó su atención el bosque caducifólio con rojos metálicos, plantas trepadoras y quiso entender la evolución de esta gama de formas de vida de las plantas en los bosques secos del mundo.

“Me atrajo porque hay una de 25 metros que vive en Madagascar, la nuestra es flaca, como despeinada, pero de buen tamaño. Hay una variedad enana en Somalia que apenas sobresale cinco centímetros sobre el suelo. Yo analizo toda la familia, no sólo una variante, y esto nos ayuda a indagar cuál es la mejor moringa para uso particular”, detalló.

Los estudios realizados por Olson y su equipo revelaron que la infusión en frío es la mejor opción para preservar los isotiocianatos contenidos en la planta, lo que significa agregarla en agua al tiempo unos 30 minutos antes de ingerirla y la sugerencia es poner de tres a cinco gramos de hoja seca en un litro de agua.

“Esto se debe a que los isotiocianatos no están solos en la hoja, sino que ésta contiene sus precursores, llamados glucosinolatos y una enzima que se llama mirosinasa, la cual se encarga de romper los glucosinolatos y liberar los isotiocianatos”, aclaró.

Advirtió que es relevante que la gente evite los concentrados de la moringa, pues hay evidencia de que los isotiocianatos en muy altos niveles causan alteraciones reproductivas, testiculares o aborto en animales.

Esta planta, también, contiene calcio y vitamina A, por lo que se usa en programas para prevenir ceguera infantil; sus semillas tienen 40 por ciento de aceite oleico de muy alta calidad. El bagazo que queda de la planta posee una proteína coagulante que, en sitios donde no hay tratamiento de agua, puede ayudar en la primera etapa de purificación del líquido. Además de que sus tallos tienen 13 o 14 por ciento de proteínas, de ahí que son considerados buen alimento para ganado.

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