Cátedra SHCP 2022

Revisan la actividad económica en tiempos de guerra y COVID-19

Es una oportunidad de conocer, de primera mano, diagnósticos y propuestas de las autoridades de finanzas del país

Foto: Benjamín Chaires.

La Cátedra Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) 2022 es una oportunidad de conocer, de primera mano, diagnósticos y propuestas de las autoridades de finanzas del país para enfrentar la situación compleja derivada de la emergencia sanitaria, y que se ha agravado por el actual conflicto en Europa.

Así lo afirmó el secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, quien, acompañado por el subsecretario de la SHCP, Gabriel Yorio González, inauguró la cátedra efectuada a través de la Facultad de Economía (FE), y cuyo título este año es “La economía mexicana ante los impactos persistentes de la pandemia y el conflicto geopolítico: políticas públicas desde la oferta”.

Ante el coordinador general de Planeación y Simplificación de la Gestión Institucional de la UNAM y presidente de la Asociación de Exalumnos de la FE, Enrique del Val Blanco, Lomelí Vanegas destacó que este evento refrenda los lazos históricos de esta entidad universitaria y la SHCP. Además, es una oportunidad para complementar la formación de los alumnos.

En el acto efectuado en la Antigua Escuela de Economía, el director de la FE, Eduardo Vega López, expuso que durante la primera semana de mayo funcionarios de Hacienda compartirán sus diagnósticos, expectativas, escenarios de futuro inmediato y de mediano plazo, así como sus valoraciones para implementar acciones y medidas de política fiscal durante 2022 y el próximo año.

“En febrero de 2020 dimos inicio a esta cátedra. Aunque en varias de las conferencias impartidas aludían ya de manera explícita los posibles impactos económicos y sociales adversos por el gradual ascenso de la emergencia sanitaria por Covid-19, todavía se suponían distantes y no se dimensionaba a cabalidad la gravedad de esa amenaza”, detalló.

Hoy se tienen cifras, informes, acciones y las dramáticas experiencias que vincularon de una manera sistémica la vulnerabilidad súbita de la salud pública que, mediante el resguardo domiciliario y la interrupción de innumerables actividades económicas, profundizó e hizo duradera una recesión económica que venía expresándose.

Secuelas de la emergencia sanitaria

En México, la actividad económica continúa recuperándose, pero está limitada por los choques de la oferta y las secuelas de la emergencia sanitaria, explicó Gabriel Yorio González al participar en la Cátedra SHCP 2022.

Al hablar de Panorama de la Economía Mexicana, el funcionario federal señaló que la Covid-19 impactó de manera brutal en la economía global; la caída del PIB en todos los países fue abrupta, y muchos analistas pensaron que sería temporal, que la emergencia iba a durar tres o cuatro meses. “Tuvimos una crisis de salud y económica; las secuelas del coronavirus no han sido sólo para la salud, sino también para la economía. Sus efectos han perdurado y lo harán en el mediano y largo plazos”.

Hace un par de meses, refirió, comenzamos a vivir un fenómeno de “formación de precios de inflación”, que también se pensaba era transitorio, “pero se ve que no lo será”. Esto ha sido un continuo ir y venir de contextos de análisis: queda claro que la Covid generó un primer choque de oferta, una vez que se cerró la actividad económica en China, y después se han generado más efectos de oferta y demanda.

Aunque las vacunas han permitido abrir las economías y nos sentimos más seguros de volvernos a reunir, cada vez que hay una oleada de Covid la actividad económica lo resiente. Por ejemplo, se suspenden de inmediato los viajes, los vuelos locales e internacionales, se contrae el flujo de pasajeros, etcétera.

Luego de que vivimos una desaceleración, a la cual se sumó el fuerte impacto de la Covid y sus oleadas, ahora se añade la invasión rusa en Ucrania, una tensión geopolítica que extiende los efectos generados durante la pandemia, cuando se interrumpieron algunas cadenas de producción internacionales con la consecuente escasez e impacto en los precios.

Muchas economías latinoamericanas adquirieron deuda para financiar algunos gastos asociados a la pandemia. “México no tomó ese camino; lo que hicimos fue hacer reajustes y redireccionamiento del gasto; el endeudamiento se mantuvo en los niveles aprobados por el Congreso”.

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