Ricochet, un thriller existencial

Un puñado de producciones mexicanas se disputarán el Puma de Plata en la décimo primera edición del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM), una de las concursantes de la sección Ahora México es el primer trabajo de ficción firmado por el realizador Rodrigo Fiallega: Ricochet (2020).

El largometraje tiene como protagonista a “un hombre sencillo en un pequeño pueblo pasa por un episodio muy doloroso que sacará los impulsos más primitivos, y no siempre explicables, que pueden convertir a un buen hombre en un criminal”, describe el catálogo oficial del festival.

Fiallega abordó en entrevista para la Gaceta de la UNAM la manera en que se fue construyendo la historia, las intenciones de su protagonista y las influencias detrás de los fotogramas.

Gaceta UNAM (GU): ¿Cómo nació tu ópera prima?

Rodrigo Fiallega (RF): La anécdota principal es la de un caso real que sucedió en Argentina en 2007. Cuando leí la noticia me shockeo un poco, de eso surgió. Tampoco tenía la intención de ser muy exacto con el suceso, sólo se tomó como base y lo aproveché para traerlo a México, visualmente contar más sobre esa realidad rural mexicana. Intentar hacer un cuestionamiento de lo que me surgió al leer la noticia, las cosas que hacemos los humanos que no son predecibles. Eso nos hace humanos.

GU: El protagonista es extranjero, contrasta inmediatamente con el entorno. ¿Qué te llevó a esa decisión?

RF: El hecho de pensarlo como extranjero tiene una doble intención. Primero separarlo del ambiente en que vive, a pesar de su historia en lugar y es parte de la comunidad. No está relegado, incluso es querido por el pueblo. El otro, más conceptual, es plantearlo como El extranjero, de Albert Camus, está en un viaje existencial. Sentirse extranjero de la vida misma, todos sentimos en algún momento que somos algo aparte de todo el universo.

La selección de Martijn Kuiper para el personaje se dio en un casting complicado. Estábamos buscando un extranjero, alguien de Europa del Norte que hablara español medio mexicanizado, había muchas limitaciones. La directora de casting no sucedió a Martijn cuando empezamos la preproducción.

Lo conocimos, le interesó el proyecto, fue muy interesante ese trabajo conceptual del personaje con él. El resultado valió la pena.

GU: Es un hombre anclado en el tiempo, impedido de seguir existiendo.

RF: Es justo eso. Un hecho traumático lo ancló y no puede seguir con su vida. A pesar de que su mujer, o ex mujer, no está claro, pudo avanzar o dejar ir, entender que esas cosas son parte del proceso de la vida misma. Él no logra desvincularse de ese momento, pierde su contacto cotidiano con la realidad.

GU: Es difícil definir el género de la película, se podría decir que es un thriller bucólico cocinado a fuego lento.

RF: Esa era la intención. Es extraño porque nunca lo pensé como un thriller, pero varias personas lo ven así, incluso de suspenso. Es muy interesante. Quería hacerlo bucólico para dar información poco a poco hasta llegar a un final explosivo. También intenté dar el mínimo de información necesaria, sólo los datos más básicos necesarios para entender qué sucede, no distraer de la parte principal de la película: el interior del personaje.

GU: ¿Tuviste alguna influencia en particular para la película? Pienso en Juan Rulfo.

RF: La influencia más básica era la literatura mexicana sobre el campo, sobre todo como apuntas Rulfo. En mi caso, Agustín Yañez me interesa. Curiosamente son dos escritores de Jalisco y terminamos filmando ahí, se conjuntaron varias cosas que llevaron por ese camino a la película.

En cuanto a cine, no hay nada muy específico, pero sí este tipo de películas que se cuecen muy lento, que los personajes parecen no hacer nada, aunque realmente hay mucha acción, sólo que es interior. Es muy fácil llorar o gritar, casi no gesticular y lograr que el público entienda que al interior sucede algo es lo más complicado.

GU: ¿Qué significó la selección en FICUNAM?

RF: FICUNAM es de mis festivales favoritos, tiene una selección muy curada. Con pinzas toman las películas que seleccionan, no es un festival complaciente. Todos los grandes festivales, por cuestiones políticas, toman películas que no hay razón para seleccionarlas. FICUNAM no entra en ese juego: “éstas son las películas que nos gustan y las que tienen el nivel para estar en la selección”. Es un honor para nosotros estar en festival así, con una selección particular con la intención de mostrar un cine que no es complaciente y exige más del espectador, además de que intenta llevar más allá lo que es el lenguaje cinematográfico y lo que el cine es capaz de hacer.

La programación de la décimo primera edición de FICUNAM estará disponible en las plataformas Cinépolis Klic y MUBI, así como en el micrositio Cine en línea, de la Filmoteca de la UNAM. Más información: ficunam.unam.mx