Riesgo de crisis mayores debido a explosiones solares

El tema es tratado en un artículo de expertos de la Unidad Michoacán de Geofísica publicado en la revista Space Weather

190128-Aca2_principal
190128-com5_etiquetaEn septiembre de 2017 se conjuntaron en México tres fenómenos naturales que ocasionan desastres. Huracanes, tormentas solares y terremotos produjeron situaciones de emergencia que estuvieron cerca de causar una crisis mayor. Concretamente, la actividad solar produce explosiones que emiten rayos X, que pueden dañar satélites, afectar las telecomunicaciones y ocasionar bloqueos en radiocomunicaciones que son utilizadas, entre otros, por sistemas de protección civil.

Este tema es tratado en un artículo publicado en la revista Space Weather, AGU100 Advancing Earth and Space Science por integrantes del Laboratorio Nacional de Clima Espacial (Lance) de la Unidad Michoacán del Instituto de Geofísica (IGf). Además, el escrito fue ilustrado con una imagen del Sol en H-Alpha tomada en el Laboratorio de Ciencias GeoEspaciales (LACGIE) de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad Morelia, y la cual también sirvió como portada para esa publicación.

Juan Américo González Esparza, responsable del Lance, explicó que la ENES-Morelia cuenta con un telescopio que les permite tener imágenes de la superficie del Sol. La que aparece en la portada de Space Weather es una toma de septiembre de 2017. Ahí pueden apreciarse tres zonas activas del astro; la región 2673 produjo una serie de explosiones muy intensas, las cuales ocasionaron afectaciones en el entorno espacial de la Tierra. De hecho, el 6 de septiembre ocurrió la explosión solar más violenta (X9.3) que ha tenido el Sol en los últimos 12 años, refirió.

Estas tormentas solares coincidieron con otros dos fenómenos naturales que afectaron a México. A principios de ese mes, hubo tres huracanes, dos en el Caribe (Irma, José) y otro en el Golfo de México (Katia). Este último alcanzó la categoría 2 e impactó en Veracruz y Tamaulipas ocasionando daños a varias poblaciones. El 7 de septiembre ocurrió el sismo de Tehuantepec con magnitud 8.2, y el 19 del mismo mes el sismo de Puebla-Morelos con magnitud 7.1.

Las tormentas solares de septiembre de 2017 nos preocuparon porque afectaron la transmisión de información por radiocomunicaciones que utilizaban los servicios de protección civil para atender la emergencia del huracán Irma en el Caribe (magnitud 5). Afortunadamente para nosotros, las tormentas solares no ocurrieron durante las horas del lado día para México, pues esto pudo haber causado afectaciones en las labores de rescate para atender las contingencias generadas por el huracán Katia o por los sismos de septiembre, indicó.

Para describir cómo se observó y afectó este fenómeno de clima espacial en México utilizamos la red de instrumentos que colaboran con el Lance. “El seguimiento que hacemos del evento es desde que empiezan las tormentas solares (fulguraciones), su propagación en el medio interplanetario, y sus efectos en el campo magnético de la Tierra y la ionósfera, en particular sobre México.

Cabe destacar que en septiembre de 2017 se produjo mucha desinformación en redes sociales relacionando las tormentas solares con los sismos, por lo que en su momento se aclaró que no hay ningún vínculo físico entre ambos fenómenos naturales.

Reproducción: THINKSTOCK/INGANIELSEN.
Reproducción: THINKSTOCK/INGANIELSEN.

Investigación

Históricamente, señaló, el IGf tiene un departamento de Ciencias Espaciales donde se ha desarrollado investigación científica que tiene que ver con estudios del Sol, el medio interplanetario, los campos magnéticos de los planetas y los rayos cósmicos. Después, en la Unidad Michoacán de esa misma entidad universitaria se fundó el Servicio de Clima Espacial y posteriormente el Lance, donde se empezó a conjuntar e incrementar una serie de instrumentos en México para medir los efectos de las tormentas solares sobre el territorio nacional.

“Esto significa un cambio muy importante porque en muchos de los estudios que hacíamos antes tomábamos solamente datos de instrumentos internacionales como satélites de la NASA y mediciones de campo magnético de observatorios en otros sitios del mundo. Ahora, con las redes de instrumentos en México, tenemos datos propios y podemos empezar a evaluar los efectos de las tormentas solares. Esto nos permitirirá, en otros, conocer la vulnerabilidad que tienen nuestros sistemas tecnológicos críticos ante estos fenómenos naturales.

“Que nuestro trabajo sea publicado como portada en una revista como Space Weather es un reconocimiento que nos llena de orgullo porque trabajamos con datos tomados por nosotros. Es una distinción internacional a las labores de indagación que hacemos desde el Lance y de alguna manera da muestra de la calidad que ya se tiene en el país, en este caso, desde el campus Morelia. De hecho, lo que realizamos, antes nadie lo hacía. Estos datos sobre las afectaciones sobre el territorio nacional solamente se pueden obtener en México con la red de instrumentos y las colaboraciones que hemos desarrollado para poderlas medir”, concluyó.

Los autores del artículo son: Ernesto Aguilar, del IGf, Víctor de la Luz, Pedro Corona, Julio Mejía, Luis Javier González y María Sergeeva, catedráticos Conacyt que forman parte del Lance; Esmeralda Romero, integrante del Lance y académica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y Mario Rodríguez, coordinador del Laboratorio de Ciencias GeoEspaciales de la ENES Morelia.

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