Rosa Parks, a 65 años de desobedecer una orden

El arresto de Rosa Parks por negarse a dejar su asiento de autobús a personas blancas, derivó en protestas y un boicot al transporte público que duró más de un año, y abonó en gran medida al movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.


El jueves 1 de diciembre de 1955 parecía un día como cualquiera en la ciudad de Montgomery, capital del estado de Alabama, en el sur de Estados Unidos. Unos minutos antes de las seis de la tarde, en la hora pico, una mujer afroamericana de 42 años abordó un autobús rumbo a su casa y se ocupó uno de los asientos vacíos. Acababa de salir de la tienda de departamentos Montgomery Fair, donde trabajaba como costurera.

Por la ley de segregación racial vigente en Alabama, en los autobuses urbanos de la ciudad los diez asientos del frente estaban reservados para los pasajeros blancos. Esa mujer, y otras tres, ocupaban los asientos de la primera fila detrás de esos diez lugares.

Así, cuando el autobús se empezó a llenar el chofer ordenó a las cuatro mujeres de esa fila, todas negras, que se levantaran para que se sentaran los blancos. Tres obedecieron, pero la costurera permaneció sentada argumentando que no estaba ocupando un espacio reservado a los blancos.

Como la ley no era muy clara en ese punto, James Blake, el chofer, pensaba que tenía la autoridad para mover la línea que separaba a los negros de los blancos, así que cuando la señora desobedeció la orden llamó a la policía. A su llamado acudieron dos policías, J. B. Day y D. W. Mixon, quienes la arrestaron de inmediato.

En la estación de policía fue fichada, le tomaron sus huellas digitales y la encarcelaron. En su informe, Day y Mixon asentaron que la mujer, que se llamaba Rosa Parks, fue acusada de “rehusarse a obedecer las órdenes del chofer”, y que la “ofensa cometida” ocurrió a las 6:06 pm.

El señor Blake no tenía idea de a quién le había exigido que desocupara el asiento porque la señora Parks era una mujer de carácter firme y porque, como escribiría un poco después de su arresto: “Yo había sido maltratada toda mi vida y en ese momento sentí que ya no podía soportarlo más”.

Su familia estaba aterrorizada porque por desafiar abiertamente las leyes racistas de la ciudad estuvo en un riesgo muy grande de sufrir maltrato físico mientras estuvo detenida. Cuando le permitieron llamar por teléfono a su casa, lo primero que su madre le preguntó fue si la habían golpeado.

En el momento en que Rosa Parks decidió no obedecer la orden de ceder su asiento a un blanco cambió las leyes de su país. Su arresto fue un caso ideal para que la suprema corte de Estados Unidos dictaminara que la segregación racial en los autobuses era inconstitucional.

Cuando la arrestaron, la señora Parks era miembro de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color y secretaria del presidente de esa organización en Montgomery, E.D. Nixon.

Como protesta por su arresto, y por la discriminación que habían soportado durante muchos años, ese fin de semana sus compañeros de la asociación organizaron un boicot contra los autobuses. Mediante volantes y por radio pedían a los ciudadanos negros que el lunes siguiente no utilizaran los autobuses. Casi 40 mil personas, 70 por ciento de los usuarios del transporte público, se unieron al boicot.

Ese lunes cinco de diciembre, unos en taxis, otros en camionetas, en coches particulares, bicicletas o caminando varios kilómetros, la población afroamericana de Montgomery empezó un boicot contra los autobuses, que se prolongó durante 381 días. Se considera que este boicot fue la chispa que inició el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.

Un joven ministro de la iglesia bautista de la ciudad, Martin Luther King, Jr., de 26 años, surgió como líder durante la organización del boicot que llamó la atención del mundo. A medida que la gente se familiarizaba con sus discursos, la fama de Luther King crecía por todo el país.

Después de que Rosa Parks fuera declarada culpable bajo las leyes de la ciudad, su abogado presentó una apelación, pero mientras se resolvía en la corte estatal de apelaciones, el 4 de junio de 1956 un jurado de tres jueces de un tribunal de distrito de Estados Unidos dictaminó en otro caso que la segregación racial en los autobuses públicos era anticonstitucional. Esta decisión fue ratificada por la corte suprema de Estados Unidos el 13 de noviembre de ese año.

En 1956, cuando el boicot iba en su semana cinco, Rosa fue despedida de su empleo, igual que su esposo, que era peluquero. Ese año lo pasó viajando por muchas partes del país para dar a conocer su movimiento y para recaudar fondos.

Después de que el boicot terminó, ni Rosa ni su esposo encontraron un empleo estable, y en 1957, por las amenazas de muerte que recibieron, el matrimonio Parks decidió viajar a la ciudad de Detroit, Michigan.

Rosa Parks, cuyo nombre de soltera era Rosa Louise McCauley, nació en la ciudad de Tuskegee, a unos 65 kilómetros de Montgomery, el 4 de febrero de 1913. Murió de la enfermedad de Alzheimer el 24 de octubre de 2005, a la edad de 92 años, en la ciudad de Detroit, Michigan.

Por un pacífico acto de desobediencia que resonó en todo el país fue conocida como la “dama del movimiento por los derechos civiles”.

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