Rubén Ortiz-Torres lanza un collage de estética politizada

El artista presentó su libro Ahí viene la plaga, continuación indirecta de su exposición Customatismo

Después de cuatro años de lo que aparenta ser un distante 2019 y el recuerdo de la exposición Customatismo, Rubén Ortiz-Torres regresó al Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) para la presentación de su libro Ahí viene la plaga. El encuentro contó con la presencia de la directora del museo y titular de la Dirección General de Artes Visuales de la UNAM, Amanda de la Garza, y de la editora de la publicación, Lorena Gómez Mostajo.

El libro es una obra del año 2022 que estuvo a cargo del Taller California, editorial cuyo principal objetivo es publicar textos de artistas interesados en abordar temas sociopolíticos, relacionados con las fronteras, las formas híbridas culturales y la pluralidad de lenguas. Con un total de 200 copias, fue resultado de un esfuerzo colectivo de producción realizado entre Tijuana y San Diego.

El diálogo de los participantes motivó a explorar las páginas en las que el artista plasmó dibujos, fotografías y collages; una recopilación y especie de diario que guarda no sólo sus vivencias personales, sino también las circunstancias sociales que resonaron en momentos críticos alrededor de la pandemia.

“El libro mismo es un collage”, le dijo Lorena Gómez al artista mexicano radicado en California. “Tiene vías de entrada, referencias, tal vez de una manera más abierta que en muchos de tus trabajos; una alusión a tu vida personal y a la historia de tu familia”.

A la presentación se unió Ekaterina Álvarez, subdirectora de Comunicación del MUAC, quien exaltó la calidad del artista y su papel como mediador cultural. Consideró el libro como una continuación indirecta de la exposición que no pudo expandirse debido a la llegada de la Covid-19.

Lorena Gómez, el escritor y Amanda de la Garza. Foto: MUAC.

Tanto en el contenido como en el proceso de creación, Ahí viene la plaga se encuentra colmado de conocimientos del pasado y de situaciones del presente que el artista vivió durante la pandemia. “Comencé a dibujar”, relató Ortiz-Torres al hablar de la nueva realidad y limitantes que tuvo que enfrentar para adaptarse. “Empecé a hacer collages; inicié en un iPad. Había muchos programas que yo no había usado”.

Igualmente, explicó que su obra maneja una narrativa visual capaz de otorgarle lenguaje a la enfermedad, cuya representación principal son los cubrebocas. Así, explorando alternativas y compartiendo ideas, recurrió a la cultura popular como fuente principal para convertir las difíciles circunstancias en algo estético.

El trabajo del artista se adentra también en la historia, se inspira en obras anteriores y retoma situaciones que marcaron a poblaciones enteras tales como la epidemia de sida, el terremoto de Ciudad de México en 1985, algunas protestas por la represión policíaca y los movimientos feministas; todo con el fin de pensar en la posibilidad de una estética politizada, en la cual la pandemia, el arte y la sociedad no se distancian.

“¿Qué pasa cuando el libro deja de ser catálogo y entonces empieza a ser otra cosa?”, preguntó Lorena Gómez. “No es solamente un muestrario de imágenes, sino que inicia una narrativa diferente, comienza a volverse un archivo y no es solamente ese libro en donde están las páginas y ves las imágenes sin una propuesta clara”.

Pintando rostros durante sesiones en Zoom, recurriendo a textos y vivencias, compartiendo experiencias del encierro, Rubén Ortiz-Torres convirtió la pandemia en un relato histórico, político y cultural que encuentra forma a través del arte. Un relato que, tal como lo expresó, a pesar de haberse conseguido una vacuna, aún no ha llegado a un final.

Video documental

La presentación terminó con la participación del público y la firma de la obra por parte del artista. Tanto a manera de introducción como de cierre, la sesión se vio acompañada de la proyección de fragmentos del video documental que abordan su trayectoria, titulado A Rubén Ortiz-Torres Story, de KCET-Artbound.

Ahí viene la plaga no es únicamente el título de una canción de rock and roll lanzada a finales de los años 50 y revivida en los 80, así como 2020 no es solamente un año más en la historia de la humanidad. “Es un libro que finalmente tiene que ver con la vida y la muerte, con la enfermedad”, comentó Ortiz-Torres sobre esta reflexión manejada con ilustraciones que recurren a la sátira.

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