En exceso pueden devenir en pánico

Incertidumbre, miedo e insomnio, normales

Recomendaciones de experto de Psicología para mantener salud mental durante la contingencia del coronavirus

La incertidumbre, el miedo, incluso el insomnio, son normales en estos momentos de contingencia, pero en exceso pueden generar pánico colectivo; por ello, es preciso cuidar nuestra salud mental tanto como procuramos la salud física, afirmó Ricardo Trujillo Correa, académico de la Facultad de Psicología.

La peor pandemia que podríamos vivir no es la del coronavirus, sino la del miedo, pues cuando se convierte en pánico puede contagiarse hacia otros grupos, ser irracional, y entonces la toma de decisiones se hace cada vez más difícil, dijo.

Forma de aviso

Al participar en La UNAM responde, programa de TV UNAM, señaló que algunos medios de comunicación manejan el miedo como un sentimiento negativo, pero en realidad es una forma de avisar al cuerpo que estamos en peligro para prepararnos, generar compromiso social y llegar a determinaciones responsables junto con los demás.

“Las crisis no deben ser evitables, pues el bienestar no es necesariamente el mejor de los escenarios ni el confort el estado óptimo del ser humano, que es resiliente frente a las dificultades. Tenemos que comprender que no habrá un momento de equilibro y bienestar sin retos, que nos preparan para enfrentar cada vez mejor ciertos eventos”, explicó.

El especialista destacó que probablemente en estos meses de confinamiento la sociedad encontrará cierta estabilidad y cotidianidad como manera de adaptación, pero será distinta a la de antes.

Atención a distancia

Trujillo Correa recordó que la Facultad de Psicología pone a disposición de la comunidad universitaria el Programa de Atención Psicológica a Distancia, en el teléfono 5025- 0855.

Ese servicio, aclaró, no es una terapia, pero permite a las personas regresar a un autocontrol cuando los apoyos sociales (familia o amigos) no son suficientes. “Se diagnostica el caso y se hace una remisión si se requiere”.

Hablar ayuda y a veces cura, y no sólo hacerlo con otra persona, sino con uno mismo, en voz alta, para establecer cierto parámetro de referencia. Como si fuéramos nuestro propio interlocutor; ese tipo de ejercicios o técnicas permite posicionarnos en otros niveles de reflexión, apuntó.

El universitario habló de la importancia de quitarnos etiquetas como “estoy deprimido, ansioso o tengo un trastorno excesivo compulsivo”, o que quedarse en casa genera molestia. “En lo que se debe pensar y ocupar es en asuntos que tendrían que ser verdaderas inconformidades, como el desempleo, la inseguridad o la falta de apoyos sociales”.

Finalmente, para tener mejores condiciones y tomar decisiones responsables en estos momentos, recomendó buscar apoyo en la comunidad, familia, amigos y vecinos, hablar con alguien y hacerlo con uno mismo en voz alta para empezar a generar expectativas. Mantenerse informados en fuentes confiables, lo que implica limitar las redes sociales.

Cabe señalar que el pasado 20 de mayo se conmemoró en México el Día del Psicólogo.

Hablar ayuda y a veces cura, y no sólo hacerlo con otra persona, sino con uno mismo, en voz alta, para establecer cierto parámetro de referencia.
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