Se consolidan otros tipos de relaciones de pareja

La iniciativa de casamientos temporales podría ser una opción para quienes no quieren compromisos de por vida: Yadira Aideé Huerta

En nuestro país, la institución del matrimonio se encuentra en una crisis evidente debido a que cada vez un mayor número de personas se resisten a asumir compromisos y deberes compartidos sin considerar que cualquier tipo de relación, bajo la figura que se elija, conlleva responsabilidades y obligaciones, señaló Yadira Aideé Huerta Reyes, catedrática de la Facultad de Derecho.

La especialista en Derecho civil y familiar comentó que el matrimonio sigue siendo la institución predominante para formalizar legalmente una relación, aunque en los últimos años se han consolidado otro tipo de relaciones, como el concubinato, la unión libre, el pacto civil de solidaridad, las sociedades de convivencia y las relaciones de amantes, también denominados parejas estables, y en cada una de ellas se asumen compromisos, derechos y obligaciones, situación que desconocen la mayoría de las y los ciudadanos.

Apuntó que cada vez menos personas deciden casarse y prefieren vivir en unión libre bajo la idea de que no asumirán la responsabilidad de los gastos o las implicaciones legales del matrimonio. No obstante, en lugares como Ciudad de México, la ley considera que si dos personas viven juntas durante dos años, se considera una relación en concubinato y pueden generarse los derechos y obligaciones con características muy similares a las del matrimonio.

El concubinato, añadió, es la figura legal a la que están accediendo un mayor número de personas y es considerado como un tipo de unión marital distinto del matrimonio, pero que da a quienes lo integran muchos de los derechos consagrados en la ley para la protección de los núcleos familiares a los cuales se puede acceder con la expedición de una constancia que emite un juez de lo familiar.

Huerta Reyes precisó que las sociedades en convivencia y el pacto civil en solidaridad son figuras que antecedieron a la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo y sus alcances siguen vigentes para la protección legal de cualquier pareja que puede acceder servicios de carácter social como salud y pensión alimenticia.

En el caso de las relaciones de amantes también conocidas como relaciones de parejas estables, aclaró, la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación ha reconocido esta figura al considerar que si hay una relación estable y se tiene constancia de los lazos de afectividad, solidaridad y ayuda mutua, entonces se deben garantizar sus derechos como pareja y más cuando hay hijos.

Por otra parte, sobre las distintas iniciativas de ley que se han presentado en al menos tres estados de la República para impulsar los llamados matrimonios renovables o temporales, la catedrática consideró que es una propuesta viable que puede representar una opción para aquellas personas que desean formalizar una relación estable, pero que aún le temen a los compromisos de largo plazo por temor al fracaso o que las cosas no funcionen; sin embargo, apuntó que esta propuesta no tendrá sentido en aquellas entidades en donde el divorcio incausado, también conocido como exprés, ya está vigente, como en Ciudad de México, pues en este caso, las parejas pueden terminar su relación en cualquier momento sin necesidad de establecer plazos temporales.

“Son una opción viable para aquellas parejas que desean establecer una relación formal y experimentar una convivencia cotidiana y al mismo tiempo evitar relaciones dañinas prolongadas cuando la vida en matrimonio no funciona; no obstante, en casos como la capital del país, esta figura no tendría razón de ser al ya existir el divorcio incausado, el cual permite terminar una relación sin acreditar una causal y ahora sólo basta con que una de las partes lo solicite para que este pueda tramitarse ante un juez de lo familiar y si no hay hijos o bienes que reclamar se puede ir directamente al Registro Civil a solicitar un divorcio administrativo”, finalizó.

Otra alternativa

En los últimos años se han presentado al menos tres iniciativas legislativas que buscan impulsar la aprobación de una ley de matrimonio renovable o temporal que consiste en establecer un contrato de unión civil de convivencia.

De acuerdo con las iniciativas presentadas en los congresos locales de Ciudad de México en 2011, de Aguascalientes en 2019 y de Oaxaca en 2022, la propuesta considera suscribir un contrato civil de mínimo dos años y máximo cinco años, para darle oportunidad a las parejas de refrendar la relación o terminarla, y de ser así, sería considerada como un acto de divorcio.

Se asegura que esta opción no pretende reemplazar el matrimonio como tal, sino que busca dar la facilidad a las personas de elegir la temporalidad de su relación, sin necesidad de adquirir compromisos de por vida o iniciar prolongados y desgastantes juicios de divorcio.

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