Se cumplen tres décadas de la caída del Muro de Berlín

Seguimos viviendo las tensiones entre desigualdad y democracia, dijo la directora de la FCPyS

Sandra Kanety, Judit Bokser, Angélica Cuéllar, Lorena Umaña y Arturo Chávez. Foto: Erik Hubbard.
Sandra Kanety, Judit Bokser, Angélica Cuéllar, Lorena Umaña y Arturo Chávez. Foto: Erik Hubbard.

Han transcurrido tres décadas desde que cayó el Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989; fue un acontecimiento caleidoscópico que demanda seguir examinando su importancia, pensar sus causas en Europa y sus consecuencias en México, Latinoamérica y el mundo, afirmó Angélica Cuéllar Vázquez, directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS).

“Aún luchamos por la democracia en todas sus dimensiones: de auténtica participación, de libertad, de voluntad, de voto y opinión. Se deben discutir y pensar de manera crítica las lógicas de la etapa histórica en la que nos encontramos, y qué mejor razón para recapacitar sobre los innumerables muros físicos y simbólicos que se edifican en muchas partes del mundo que dialogar sobre la caída del muro más significativo que tuvo Europa en el siglo XX”, dijo en el Auditorio Pablo González Casanova, de la FCPyS.

Tensión desigualdad-democracia

Al poner en marcha el coloquio A 30 Años de la Caída del Muro. De Esperanzas y Desencantos, expresó que seguimos viviendo las tensiones entre desigualdad y democracia, marginación y participación política, ciudadanía y exclusión social.

En la reunión, organizada por la Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, junto con el Centro de Estudios Sociológicos y el Centro de Relaciones Internacionales de dicha instancia, Angélica Cuéllar manifestó que debemos pensar en el resultado del “evento político más trascendente del mundo en los últimos 50 años”, no sólo desde las ciencias sociales, sino además desde la cultura, artes y humanidades.

Las mutaciones que han sufrido las democracias en todos los rincones del planeta, la crisis de refugiados que aqueja a Europa, el resurgimiento de racismos, así como la violencia que vivimos en México y América Latina, nos hace percatarnos que “el análisis riguroso debe sustituir las esperanzas infundadas”.

Como investigadores, “nuestro papel es dar cuenta de las posibles aristas que se aglutinan en las causas y consecuencias de este acontecimiento. La tarea de cada uno es edificar diálogos, no muros”, subrayó.

En su oportunidad, Judit Bokser, investigadora del Centro de Estudios Teóricos y Multidisciplinarios en Ciencias Sociales de la FCPyS, expuso que con la caída del muro se han consolidado los procesos de globalización, aunque contradictorios y desiguales.

Igualmente, se ha afianzado el interés por el presente, que deviene con una perspectiva de análisis que involucra la historia como proceso y como conocimiento. Esto nos permite volver a ubicar a nuestro presente en la línea del tiempo histórico convencional: “pasado, presente y futuro”, concluyó.

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