Golpea a 19 estados de la República mexicana

Sequía dispara aumento de precios en productos del campo

La situación en el país es muy grave tomando en consideración que ese fenómeno climático cada año se presenta con mayor intensidad, más frecuencia y cobertura territorial

Aumenta la incertidumbre y se agudizan los efectos causados por las fuertes sequías que ya golpean a 19 estados de la República mexicana: caída de la producción agrícola y ganadera, aumento de precios y una preocupante pérdida del bienestar social son las principales secuelas ante la escasez de agua y falta de lluvias.

Para Eduardo Vega López, director de la Facultad de Economía (FE), la situación relacionada con la sequía en México es muy grave tomando en consideración que este fenómeno se presenta cada año con mayor intensidad, frecuencia y cobertura territorial.

Explicó que de acuerdo con el monitoreo permanentemente realizado en la FE sobre la información y los datos que emite la Comisión Nacional del Agua (Conagua), hasta el momento las entidades que con frecuencia se han visto más perjudicadas son: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Nayarit, Jalisco, Aguascalientes, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Guerrero y Veracruz. En las otras 13 ha habido también situaciones anormalmente secas y sólo Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Chiapas y Tabasco han registrado menores problemas relacionados con la sequía. Por lo cual, es imprescindible evitar allí la remoción de las coberturas vegetales y de selva aún existentes.

Pérdidas cuantiosas

Añadió que la intensa sequía ya se está traduciendo en pérdidas cuantiosas en los rendimientos agrícolas por hectárea y los principales distritos de riego, que operan bajo el sistema de almacenamiento y distribución mediante represas, pues se encuentran prácticamente paralizados, lo que está generando una menor oferta de productos del campo en el mercado y el consecuente aumento de precio de la canasta básica.

Vega López puntualizó que la caída en la producción de origen agrícola está también afectando directamente a las llamadas cadenas de valor de la industria agroalimentaria, pues recordó que gran parte de lo que se genera en los distritos de riego es para exportación y, por lo tanto, el país también está dejando de recibir divisas.

“Otro sector que está enfrentando serios problemas para mantener su producción es el ganadero, cuya actividad se desarrolla principalmente en el centro y norte de la nación”, enfatizó.

Además, no se debe perder de vista lo que está ocurriendo en las ciudades y zonas metropolitanas del norte, noroeste, noreste, bajío y occidente de México, que están registrando fuertes caídas en los volúmenes de agua para el abastecimiento público y el suministro en las viviendas y tomas domiciliarias, lo que implica pérdidas notables de bienestar familiar y social. Monterrey y su zona metropolitana son un ejemplo de lo anterior.

Energías limpias

El director de la FE subrayó que además de diagnosticar la gravedad de los escenarios de sequía es importante presentar propuestas y alternativas para atender sus causas y reducir las afectaciones.

“Urge voltear hacia las llamadas energías limpias e iniciar la transición hacia la fotovoltaica, la eoloelectricidad, la hidroelectricidad, la geotérmica, la mareomotriz y la metano-eléctrica, entre otras opciones no fósiles”, describió.

Agregó que también es prioritario “realizar un manejo integral y responsable de las cuencas hidrográficas y los sistemas hidrológicos del país para estar en mejores condiciones de disponibilidad regional de agua renovable”.

Destacó que, como parte de esas acciones e intervenciones de política pública, es urgente recuperar el presupuesto federal de la Conagua y de todo el sector ambiental encabezado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que han sufrido recortes inexplicables en sus presupuestos de más de 50 por ciento en los últimos años.

Eduardo Vega dijo que otra prioridad para aminorar los efectos de las sequías es innovar en la infraestructura hidroagrícola, pues gran parte de las tecnologías que se usan ya son obsoletas sobre todo en el tema de los sistemas de almacenamiento.

Por último, consideró que los gobiernos deben voltear a ver a las universidades que realizan investigaciones sobre estos temas y en eso la UNAM desempeña un papel central, ya que no sólo hay diagnósticos críticos y documentados, sino también propuestas viables para una mejor gestión en la aplicación de las políticas públicas, en el uso eficiente de los recursos y en alternativas de innovación tecnológica para prevenir las sequías.

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