Sismológico Nacional, operado por la UNAM: mil datos por segundo

Actualmente, cuenta con cerca de 70 estaciones de banda ancha; tiene vocación de servicio e impulsa investigación y docencia

Desde hace 112 años, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) resguarda los registros sismológicos acumulados durante ese tiempo, desde el 20 de enero de 1900. Hay más de 201 mil sismos en catálogo y registros en papel desde 1906; además, todos estos datos están en proceso de digitalización y se encuentran en la Biblioteca de Ciencias de la Tierra.

Actualmente, el SSN cuenta con cerca de 70 estaciones de banda ancha que transmiten vía satélite cerca de mil datos por segundo. Arturo Iglesias, jefe del Servicio Sismológico Nacional desglosa el número: “Desde hace ya varios años, se transmite en tiempo real toda la información de las estaciones, haya o no sismos. Se envían paquetes de datos de cada una de ellas, las cuales, a su vez, tienen tres sensores independientes: de velocidad, de aceleración y de posición de GPS; a su vez, cada uno de ellos tiene cuatro componentes norte, sureste, este y vertical; se genera toda esa información, que son, en el caso de los termómetros y acelerómetro, cien muestras por segundo. Todo en tiempo real. Esto se denomina ruido sísmico, y es importantísimo para algunos estudios sobre estructura. Adicionalmente, hay datos muy valiosos de otros fenómenos asociados a la sismicidad, aunque no son sismos en el sentido más típico; sin embargo, sirven para la caracterización e investigación”.

La importancia de la Universidad

El SSN fue fundado el 5 de septiembre de 1910 y era parte del Instituto Geológico Nacional de la Secretaría de Minería y Fomento. En 1929 ambos se integraron a la Universidad Nacional y el Instituto Geológico, que hoy en día es el Instituto de Geología. A finales de la década de los años 40 del siglo XX, al crearse el Instituto de Geofísica, el SSN pasó a ser parte de esta nueva entidad académica.

Arturo Iglesias explica: “El Sismológico tiene una vocación de servicio nacional, pero es muy importante la investigación científica; por ello, es de suma relevancia que esté dentro de la UNAM. Las decisiones, las políticas de crecimiento están consolidadas justamente con lo que es conveniente saber desde el punto de vista de la investigación y la docencia. Aquí vienen estudiantes de la Universidad Nacional, de la Facultad de Ingeniería, de la Facultad de Ciencias, de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra, pero también del Instituto Politécnico Nacional y de universidades estatales. Todo esto hace único que esté en la Universidad, si no fuera así no pasarían todas estas cosas que tienen que ver con la vida universitaria”.

Acerca de la investigación, el científico precisa que “gran parte de lo que sabemos de los sismos hoy día, lo cual es mucho más de lo que se conocía a principios del siglo XX, antes de que empezara la instrumentación, ha sido gracias a estos datos. Parece, a veces, que lo que hacemos es muy básico en términos de localización y cálculo de magnitud; no obstante, también tenemos el resguardo de todos esos datos, desde principios del siglo XX hasta ahora. Los primeros de ellos se encuentran en papel en nuestros registros clásicos y desde hace mucho tiempo también los tenemos en registros digitales. También contribuimos cuando hay un sismo de gran magnitud en cualquier parte del mundo con datos en tiempo real para calcular algo que se llama safe maps o mapas de aceleraciones máximas, que son de mucha utilidad para los tomadores de decisiones”.

Un nuevo centro en Pachuca

Iglesias comenta que ya se trabaja en el Centro Alterno de Monitoreo que se encuentra en Pachuca, Hidalgo: “La idea es tener este lugar donde haya la duplicidad de los sistemas de almacenamiento de operación y análisis. Se trata de una instalación independiente que no sea vulnerable al mismo tipo de fenómenos que la Ciudad de México, por ejemplo, los temblores mismos. La expectativa es poder empezar a operar de manera muy útil a principios del próximo año.

Para finalizar, señala que el papel del Sismológico es preponderante para un país como México, en el que ocurren tantos sismos al año: “Es importante, sobre todo, para las instancias dedicadas a la protección civil, pues son fundamentales para conocer el registro de daños en alguna zona de la capital del país, por ejemplo. Ya se tienen mapas que se generan en unos cuantos minutos y que les dan la idea de dónde podrían registrarse más daños. Desde varios puntos de vista, desde la investigación científica es tremendamente relevante; pero también desde la toma de decisiones y desde la protección civil”.

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