Misterioso origen de piezas prehispánicas realizadas con piedra exótica

La química ofrece múltiples opciones y técnicas analíticas con las que se pueden revisar materiales naturales y artificiales desarrollados por el hombre, lo que ayudó a revelar que piezas prehispánicas encontradas en las Antillas fueron elaboradas con sudoíta, una rara piedra que sólo se conocía en dimensiones milimétricas.

Ludovic Bellot-Gurlet, profesor de la Sorbonne Université, hizo el hallazgo y lo difundió al participar en la charla Química y Patrimonio Histórico: Revelando, Preservando el Saber Hacer del Pasado, en el marco del Mes de México en la Sorbona, organizada por la Sede UNAM-Francia (Centro de Estudios Mexicanos).

Al utilizar un método conocido como espectroscopía Raman, el equipo del investigador revisó una serie de gemas de entre los años 500 y 400 a.C. y encontró que fueron creadas con sudoíta que, hasta ahora, se desconocía en esta región del mundo, “así que nos asombró poderla identificar no sólo en un objeto, sino en varios, de las islas Martinica, Guadalupe, o San Martín”.

Gemas distintas

Este trabajo en las Antillas, dijo, les permitió revisar piezas como colgantes, elaboradas con piedras distintas, algunas de las cuales son fáciles de encontrar, jade, jadeíta, amatista, piedras clasificadas como verdes, con muchos minerales diferentes, y difíciles de identificar sin un análisis, como el que realizaron en las gemas de sudoíta.

“A través de esta espectroscopía Raman esperábamos hallar cuatro o cinco piedras disímiles, pero no esta diversidad mineral. Tenemos una configuración diferente que nos ha permitido identificarlas. La mayoría nos habla del transporte de materiales y la navegación para realizar los suministros en la época en las islas Antillas.”

Si se trata de revisar el origen de los minerales con los que se elaboraron las piezas, destacó que no hay muchas zonas para indagar, Cuba, Jamaica, Guatemala, pero se encontró recientemente que la fuente podría estar en una mina al norte de Colombia que fue descubierta en 2018.

“Tenemos aún un conocimiento muy imperfecto del entorno geológico de estas regiones. Hay zonas con selva tropical y la pregunta que nos hacemos es de dónde pueden venir estos objetos, la fuente de estos materiales”, mencionó.

Bellot-Gurlet, investigador del Laboratorio MONARIS, apuntó que este tipo de estudios no sólo permiten recuperar información sobre las sociedades antiguas en relación con la materia, sino que también se puede profundizar en información que está encriptada en los materiales.

“Cuando analizamos estos materiales de patrimonio cultural localizamos cosas muy complejas, materias orgánicas e inorgánicas, cualquiera que sea su naturaleza, son complejos. Algo de lo que haremos será comprender su estructura y composición química.”

La espectroscopía Raman implica el uso de un láser que actúa sobre la materia produciendo vibraciones, por lo que las moléculas envían energía específica que indica la organización molecular y tenemos una impronta digital que habla de la identidad de la estructura del material, con ella se pueden analizar desde pinturas rupestres hasta arte contemporáneo.

Además, con la información es posible conocer técnicas o tecnologías utilizadas para elaborar materias primas explotadas por el hombre para fabricar objetos, el uso de los éstos hasta su abandono, degradaciones o alteraciones en el tiempo.

“Si tratamos de conservar y restaurar el patrimonio para las sociedades futuras es necesario comprender lo que ocurre en el pasado para tratar de adaptar los tratamientos de conservación y restauración para permitir transmitir este patrimonio”, finalizó.