Seminario académico en la Facultad de Química

Tiene la medicina tradicional soluciones contra el daño gástrico

Hay gran diversidad de plantas en México, entre ellas el cuachalalate, que se utiliza como cicatrizante

Algunos productos naturales logran un efecto vasoprotector.
El daño gástrico es un fenómeno con muchos mecanismos, multifactorial, cuyo tratamiento requiere terapéuticas novedosas que es posible obtener de la medicina tradicional, y México es rico en diversidad de plantas que pueden utilizarse para tratar problemas del tracto gastrointestinal, indicó Elizabeth Arlen Pineda Peña, profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza.

La investigadora universitaria resaltó que la mucosa gástrica se encuentra constantemente expuesta a factores que la agreden, como su propio pH, el consumo de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) –aspirina, ibuprofeno y diclofenaco, por ejemplo–, además de alimentos irritantes, consumo de alcohol y tabaco, entre otros factores que continuamente generan daño gástrico y ante lo cual la mucosa debe ser apta para defenderse.

“Existe una serie de elementos que se encargan de defender el tracto gástrico, como el moco y el bicarbonato, el mismo epitelio gástrico, la microcirculación que existe en la zona y la inervación sensorial, que en su conjunto se denominan defensa mucosal.”

Sin embargo, es importante identificar que en esta defensa las prostaglandinas tienen un papel importante, en particular la E2 e I2 que inhiben la secreción ácida del estómago, explicó Pineda Peña al dictar la conferencia “Productos naturales con actividad antiinflamatoria y antioxidante como potencial terapéutica del daño gástrico”, en el marco del Seminario Académico del Departamento de Farmacia de la Facultad de Química.

Por otra parte, destacó que las gastropatías (cuando el revestimiento del estómago está dañado, con poca o nada de inflamación presente) se pueden considerar afecciones que ocurren en la mucosa del estómago y son provocadas también por agentes irritantes, como algún alimento encurtido o en vinagre, los picantes, el consumo de tabaco, alcohol y cafeína, además del estrés; aunque estas gastropatías son limitadas y autorresolutivas, es decir, en cuanto se eliminan dichos estímulos, ceden.

Si no se resuelve favorablemente la gastritis (inflamación del revestimiento del estómago) o irritación de la mucosa, o si la exposición a los agentes irritantes es continua, podría desencadenarse una úlcera gástrica.

Señaló que en la medicina tradicional mexicana existen diversos compuestos de origen natural que podrían contribuir a reducir el daño gástrico por AINES, sobre todo sus mecanismos de acción, es decir, proporcionar efectos antiinflamatorios y antioxidantes.

De hecho, resaltó, gran cantidad de plantas se utilizan de manera empírica para el tratamiento de enfermedades gastrointestinales y que la misma población ha hecho famosas, entre ellas el cuachalalate (Amphipterygium adstringens) –corteza que se utiliza como cicatrizante en el tratamiento de enfermedades gastrointestinales–, “por lo que nos fijamos en ella, se caracterizó y se obtuvo su compuesto ácido 3 alfa hidroximasticadienónico como uno de los principales responsables del efecto vasoprotector”.

En la búsqueda de nuevas terapéuticas, otra planta útil en el tratamiento de daño gástrico podría ser Ligusticum porteri o chuchupate, originario del noreste del país. Hay antecedentes en los que su extracto presenta efecto gastroprotector en el daño con etanol. Cuando se le caracteriza se distingue el compuesto diligustilida, responsable de dicho efecto gastroprotector en el que está incluida la participación de prostaglandinas y algunos mediadores del efecto antioxidante.

Como parte de sus investigaciones se analiza la combinación farmacológica de ambos compuestos naturales para obtener un tercer mecanismo de acción con una posible mayor eficacia a menor dosis, y que contribuya a disminuir efectos adversos.

“Nos planteamos la posibilidad de combinarlos porque en la práctica empírica de la medicina natural suelen mezclarse varias plantas en infusión o cataplasma, por ejemplo, para suministrarla a la persona que tenga la afección gastrointestinal. Estamos evaluando en un modelo animal la combinación de ambos compuestos en el daño gástrico por indometacina. Se observó que la diligustilida tuvo un efecto protector de la mucosa gástrica.”

Los retos para la investigación de compuestos de origen natural no sólo radican en encontrarlos, sino además constituir un equipo multidisciplinario que se encargue de la síntesis, obtención del extracto y su caracterización e instrumentación en un modelo biológico. Por lo tanto, debe contarse con los recursos y el tiempo, pues se trata de un estudio amplio, en el que se va contra el tiempo.

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