Tipo de cambio, “el canal más importante que tenemos”

Conferencia magistral de José Gabriel Cuadra García, subgobernador del Banco de México

María Eugenia Romero y José Gabriel Cuadra. Foto: Víctor Hugo Sánchez.
El tipo de cambio es, posiblemente, “el canal más importante que tenemos”, aseguró en la UNAM José Gabriel Cuadra García, subgobernador del Banco de México, al resaltar la importancia del régimen cambiario para la conducción de la política monetaria.

Al dictar la conferencia magistral “La política monetaria del Banco de México”, en el Auditorio Ricardo Torres Gaitán del Instituto de Investigaciones Económicas, en el marco del Coloquio “Banco de México. A cien años de su fundación. Su historia y sus retos”, el funcionario realizó un exhaustivo tránsito histórico de los regímenes monetarios y cambiarios en nuestro país de 1925 a 2025.

“Considero que esta perspectiva es relevante porque México, a fin de cuentas, es una economía pequeña y abierta, y en consecuencia la política monetaria guarda una relación estrecha con el régimen cambiario”, resaltó.

“Comenzamos con el denominado Patrón oro; posteriormente tuvimos un periodo muy prolongado con algo que denominaría regímenes de tipo de cambio predeterminado, entre los cuales destaca el régimen de tipo de cambio fijo que perduró hasta los años 70; y también tuvimos algunos de tipo de cambio controlado, de deslizamiento cambiario, de bandas cambiarias; y finalmente, en los años 90, se adoptó un régimen de flotación, y ese es el que tenemos en la actualidad”.

Presentado y moderado por María Eugenia Romero Sotero, académica de la Facultad de Economía y coorganizadora del Coloquio, el subgobernador del Banxico comentó que por lo general el tránsito de un régimen a otro evolucionó en su momento a eventos críticos, como fueron crisis financieras, contracciones de la actividad económica que forzaron a las autoridades a transitar de uno a otro.

“Como marco conceptual, tendríamos que hablar del ‘trilema monetario’, en donde básicamente se argumenta que un país no puede tener al mismo tiempo un tipo de cambio fijo o estabilidad del tipo de cambio, libre movilidad de capitales, y una política monetaria independiente”, planteó.

Amortiguar choques

Cuadra García aseguró que cuando se habla de la flexibilidad cambiaria se menciona que este régimen tiene como una de sus bondades el funcionar como un mecanismo para amortiguar choques, y por otra parte otro de los beneficios que se menciona de la flexibilidad cambiaria es que permite que la política monetaria se enfoque en el panorama inflacionario, en las condiciones internas del país, es decir, tener una política monetaria independiente.

“Un régimen de tipo cambio flexible permite, en teoría, ante la ocurrencia de choques externos, que se pueda ajustar el tipo de cambio, que pueda haber una modificación en los precios relativos entre bienes domésticos y bienes externos, que pueda afrontar las consecuencias de eso sobre la economía: pondría un ejemplo de ello en los últimos años, lo que sucedió en el caso de la economía mexicana entre 2014 y 2016”, describió.

En esos años, abundó, la economía mexicana tuvo que enfrentar una secuencia de choques adversos.

Por una parte, dijo, a partir de la segunda mitad de 2014 hubo una caída pronunciada en los precios internacionales del petróleo, y al mismo tiempo, en 2014, la trayectoria descendente de la producción del hidrocarburo, la trayectoria a la baja de la plataforma petrolera se asentó.

“Eso representó un choque significativo, que en su momento implicó que la balanza petrolera que había tenido superávit pasara a tener un déficit”, concluyó.

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