El egresado de la Facultad de Química de la UNAM, Alán Aspuru-Guzik, actual profesor de Ciencias Químicas y Computacionales en la Universidad de Toronto, Canadá, utiliza la Inteligencia Artificial (IA) como herramienta para reducir el tiempo y recursos necesarios para desarrollar nuevas moléculas, entre ellas las de medicamentos.
Aspuru-Guzik recién colaboró en el desarrollo, mediante la IA, de una molécula que potencialmente puede tratar el cáncer de hígado. Asimismo, publicó un estudio en la revista Nature Communications, en colaboración con Christine Allen, también profesora de la Universidad de Toronto, en donde se muestra que los algoritmos de aprendizaje automático se pueden usar para predecir la liberación de fármacos experimentales en los organismos, ello podría contribuir a nuevas formulaciones de fármacos basados en datos.
“En mi grupo usamos la IA para muchas cosas, pero lo que desarrollamos, de 2012 a 2014, fue usar la computadora y la IA para idear nuevas moléculas que pudieran hacer algo; así como ahora se ve que la IA puede generar dibujos de cosas basadas en prompts (indicaciones), también podemos usarla –y eso lo hicimos hace bastante tiempo– para decirle: quiero una molécula con ciertas propiedades”, señaló Alán Aspuru-Guzik en entrevista.
El científico recordó que el desarrollo de la molécula que potencialmente puede tratar el cáncer de hígado fue resultado de una colaboración con la compañía Insilico AI, en la cual se involucró a la Inteligencia Artificial para generar candidatos de moléculas: “Lo nuevo es que no sólo generamos a los candidatos, sino tomamos una base de datos de IA para ubicar la proteína en la cual se podía usar la molécula, predecir su estructura y para ver qué fármacos podían servir”, indicó.
En este proyecto, añadió, se identificó una molécula para tratar el cáncer de hígado, lo que representó “una demostración de la tecnología. En este proyecto fungí como asesor, me invitaron por mi experiencia y las posibles sugerencias que podía dar, pero la investigación se realizó en la compañía Insilico AI, con oficinas en muchos lugares del mundo”, detalló.
Tras aclarar que “yo no me dedico a descubrir fármacos, sino a desarrollar herramientas con base en los recursos de cómputo y robótica”, Alán Aspuru-Guzik expresó: “lo que estamos haciendo en la Universidad de Toronto es desarrollar laboratorios robóticos, en donde se puede robotizar la síntesis y caracterización de fármacos; porque idealmente lo que queremos no sólo es sintetizar y caracterizar, sino también probar fármacos en células pequeñas, luego en organoides y en los llamados órganos en chip, que son simuladores de órganos (un pulmón o un hígado)”.
Medicina, biología, física…
La importancia de la IA para el desarrollo de nuevas moléculas es tal, consideró el investigador, que, por ejemplo, la inversión en Inteligencia Artificial en medicina está creciendo exponencialmente: “no hay ninguna compañía farmacéutica que no la esté considerando en alguno de sus procesos”.
Y es que, apuntó además Aspuru- Guzik, la IA no sólo puede ser útil para la generación de moléculas en medicina, sino también para la optimización de procesos para reacciones químicas: “incluso puede decirse que habrá un antes y un después de la Inteligencia Artificial en medicina, química, biología, física o en cualquier campo”, enfatizó el egresado.
De acuerdo con la Real Academia Española, la IA es la disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico.