Cine gay y lésbico predomina sobre la temática trans e inter sexual

Julián Hernández, Alejandro Zuno y Astrid Rondero, por más espacios y menos estereotipos

El cielo dividido, Julián Hernández. Foto: Cátedra Ingmar Bergman.

El conversatorio Contar Historias de Diversidad, del ciclo Jueves de Cine en Casa Buñuel, trajo a la mesa el tema de la trascendencia del séptimo arte de la comunidad LGBTIQ+. Los ponentes fueron los directores Julián Hernández y Alejandro Zuno, y su colega Astrid Rondero fungió como moderadora de la sesión transmitida en vivo por Cultura en Directo.UNAM.

Julián Hernández, realizador de las premiadas Mil nubes de paz cercan el cielo (2003) y Rabioso sol, rabioso cielo (2009), reconoció que el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, donde se formó (actualmente Escuela Nacional de Artes Cinematográficas), siempre fue un espacio abierto a las temáticas de diversidad sexual, aunque, precisó, en ese momento (años 90) eran escasos los referentes. Alejandro Zuno y Astrid Rondero, compañeros de generación de la misma entidad educativa, se mostraron de acuerdo en que se trata de un espacio libre de prejuicios.

Alejandro Zuno, ganador del Ariel y la Diosa de Plata al mejor cortometraje de ficción por Oasis (2017), argumentó que el cine sobre estos asuntos puede ser realizado por cualquier director sin importar su preferencia sexual. Sin embargo, subrayó la urgencia de que sea la misma comunidad LGBTIQ+ la que cuente sus historias.

Los cineastas concordaron en que ciertas expresiones de diversidad sexual han tenido mayor atención que las demás, es el caso del cine gay y lésbico, fenómeno que no se ha visto con el mismo ímpetu hacia lo trans y lo inter, por ejemplo. Una de las razones, consideraron, es el orden de la heteronormatividad.

“Nuestra personalidad estará siempre presente en nuestro cine”, posicionó Julián Hernández. El cineasta recuerda que dejó de importarle el modo en el cual la prensa se refería a él y a sus trabajos fílmicos en un inicio. Igualmente, se alegró al identificar a más directores que trabajan estos temas. Esta apertura le ha dado la oportunidad de experimentar con nuevas narrativas y modos de abordar historias.

Conversación y comprensión

Sobre los espacios de proyección del cine de la comunidad LGBTIQ+, Astrid Rondero aplaudió la confianza que se gana en festivales dedicados a esta expresión, en los que hay mayor conversación y mejor comprensión. De su primer cortometraje, En aguas quietas (2011), dijo que no halló trabas para su patrocinio y realización, como pudo haberlas encontrado de haberse producido en una época anterior.

Como integrantes de la comunidad cuestionaron la validez y genuinidad de las representaciones de ésta que se han hecho en muchas producciones actuales, pues es necesario analizar el discurso real detrás de dicha práctica, además de que una mala ejecución puede contribuir a fortalecer los estereotipos.

Alejandro Zuno llamó a no dar la lucha como ganada, pues aún hay espacios por recuperar. El también guionista invitó a no cerrarse en una burbuja, pues México, lamentablemente, está arriba en la lista de países con mayores crímenes de odio hacia la comunidad LGBTIQ+.

Jueves de Cine en Casa Buñuel se transmite cada quince días a las 18 horas y es organizado por la Cátedra Ingmar Bergman en Cine y Teatro, Filmoteca UNAM, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y Cultura en Directo.UNAM.

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