Tres años después, prohibido olvidar

Al inicio, pensamos que la pandemia duraría unas semanas; luego de cientos de miles de muertos, parece que la pesadilla ha terminado

Ilustración: Andrés Otero.
El primer caso de la Covid-19 en México se registró el 27 de febrero de 2020. Esta enfermedad originaria de China tardó más de tres meses en llegar a México, y no arribó desde el país de origen, sino desde Europa. El primer caso fue un hombre de 35 años que estuvo en Italia en la tercera semana de febrero, y fue dado de alta el 2 de marzo.

El 18 de marzo corrió la información en todos los noticiarios: Primer muerto en México por Covid. Un varón de 41 años con diabetes infectado por el SARS-CoV-2 había perdido la vida. Lo más seguro, decían las noticias y autoridades, es que se hubiera contagiado en un concierto de rock en el Palacio de los Deportes 15 días antes.

En muchos sectores de la población había incertidumbre y desconfianza, gran parte de la población no creía ni dimensionaba lo que pasaría con este nuevo virus cuyas secuelas perduran tres años después.

Fenómeno impredecible

Nadie previó que la diáspora del virus sería global, que nadie estaría a salvo, que no discriminaría por clase ni edad o sexo. Tampoco se visualizó el cambio de paradigma que hubo en todo el mundo en materia de trabajo, de distancia social, del miedo que generó, de las teorías de conspiración, de los avances en investigación y medicina que hicieron que se lograra tener una vacuna en poco más de un año.

La Universidad John Hopkins, que reporta las cifras oficiales mundiales, habla de 674 millones de casos, 6 millones 868 mil muertes y 13 mil millones de dosis de vacunas administradas en el orbe. (http://bit.ly/3ZjZTl2).

En México, los números hablan de 7 millones 443 mil 151 casos de contagio confirmados hasta el 26 de febrero de 2023, con un acumulado de 332 mil 913 fallecidos, pero de acuerdo con datos oficiales del gobierno mexicano, el exceso de mortalidad se situó en 316 mil 745 decesos más de los esperados en 2020, 317 mil 620 en 2021 y 16 mil en 2022, para un total en tres años de 650 mil 602. (http://bit.ly/3Cc1ikW). De éstos, los asociados con la Covid-19 según el Registro Nacional de Población son 215 mil 617 para 2020, 249 mil 466 para 2021 y 40 mil 663 para 2022, con un acumulado de 505 mil 746 para los tres años. (http://bit.ly/3Cc1ikW).

Las cifras, frías, no reportan lo vivido desde el inicio de la pandemia: En marzo de 2020, se generó el “Quédate en casa”, un lema del gobierno federal para hacerle frente al coronavirus; se dijo que serían dos semanas. Después, el 14 de marzo, las autoridades decretaron que el 20 de marzo sería el último día de escuela y se regresaría a las aulas el 20 de abril, como una forma de aislamiento preventivo para luchar contra la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo de 2020. “No son vacaciones”, la idea era trabajar de forma remota por un mes para después volver a lo presencial. Se extendió dos años. (http://bit.ly/3Y1EThP).

Tampoco dan cuenta de los momentos más álgidos de la pandemia en México: La incertidumbre por no tener un tratamiento efectivo, la charlatanería de los remedios mágicos (el dióxido de cloro, la hidroxicloroquina, los antibióticos y algunos otros que no tenían efecto); la ruleta rusa que significaba enfermarse y no saber si el infectado sería asintomático, si la pasaría mal, con fiebre, dolor; si sería de los desafortunados que requerirían oxígeno en casa, ya sea con tanque o concentrador; o si sería de quienes estarían intubados en un hospital esperando recuperarse, o si moriría como miles, por no contar con atención o a pesar de tenerla.

Ahora…

Las cifras de infectados han caído, la sexta ola no llegó o al menos no con la mortalidad de las anteriores. La clave ha sido la vacunación, las medidas que ya todos sabemos: el cubrebocas, el lavado de manos, el no asistir al trabajo si se encuentran enfermos.

Parece que la pesadilla ha terminado, que la nueva normalidad ya ha sido adoptada por todos. Sólo queda recordar las lecciones que aprendimos en tres años de pandemia.

El 24 de diciembre de 2020 arrancó la vacunación en México. Sin embargo, para enero de 2021 el número de contagios aumentó por las fiestas decembrinas. Los casos fueron tantos, que la disponibilidad de camas en hospitales estaba rebasada. Muchos optaron por el tratamiento en casa, otros tantos murieron. Los primeros, se enfrentaron a pasar horas, días y semanas de angustia por no poder conseguir un tanque de oxígeno, un concentrador, o no poder rellenar su tanque.

Los precios de un concentrador de grado médico iban de los 30 a los 50 mil pesos. Un tanque pequeño, de 682 litros, 10 mil pesos, un tanque grande, de 6 mil litros, que se agotaba en un día, máximo dos, 30 mil pesos. El gobierno se encargó de tener oxígeno disponible para rellenar los tanques, pero sólo se tenía disponibilidad de un tanque de 682 litros por persona. Cada carga de los tanques de 6 mil litros, costaba entre mil y dos mil pesos. Hubo quienes lo requirieron por más de 30 días.

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