Deporte singular en la UNAM

Ultimate, un juego con la honestidad como juez central

En su práctica no hay árbitros, por lo que se fomenta la justicia y sana competencia entre los propios jugadores; el equipo puma entrena en línea

Foto: Cristina Jiménez.

La honestidad y el espíritu competitivo son algunos de los valores que fomenta el ultimate entre los integrantes del equipo representativo de la UNAM, quienes han implementado nuevos métodos de entrenamiento para mantenerse activos, en buen nivel y evitar la deserción de jugadores durante el intermitente confinamiento que inició desde marzo del año pasado.

En el ultimate se enfrentan siete contra siete jugadores en equipos que pueden ser mixtos (es decir, con hombres y mujeres), utilizando un disco volador (frisbee) en un campo con una zona de gol en cada extremo, similar al del futbol americano. Los partidos se juegan a 15 anotaciones y duran alrededor de 100 minutos. El objetivo es que uno anote teniendo el disco dentro de la zona de gol. Las tres posiciones básicas son handler (armador), medio (enlace) y deep (corredor), y no son fijas.

“Esta disciplina se caracteriza por encontrar la mejor versión de los practicantes en cuanto a su espíritu deportivo. No hay árbitros, por lo que todos debemos conocer el reglamento y promover el juego limpio para que se desarrolle el partido”, afirmó Daniel Aguilar López, actual integrante y entrenador del equipo puma de ultimate.

La irrupción de la pandemia y el consecuente aislamiento social han significado una oportunidad de crecimiento y de expansión de horizontes para esta disciplina. “Fue un golpe muy duro, varios jugadores tuvieron que moverse de Ciudad de México. Por eso decidimos comenzar a trabajar a través de Zoom. También les mandamos videos para que practiquen desde sus hogares, ya sea solos o con su familia, además de hacer sesiones de actividad física para el mantenimiento de la buena condición: rutinas físicas, trotes, resistencia, cardio y estiramientos, entre otras”, añadió el ingeniero mecánico por la Facultad de Ingeniería.

Daniel Aguilar es uno de los pioneros del conjunto representativo de ultimate de la UNAM, en el que incursionó desde hace nueve años. “Me ha tocado escalar rangos en el equipo. Inicialmente fui aprendiz, jugador y ahora también entrenador”. Le ayuda a Marcela Trejo, entrenadora principal y presidenta de la Asociación de Ultimate de la Universidad.

Para seguir perteneciendo al equipo como jugador, el universitario de 28 años de edad ha tenido que ampliar sus estudios académicos en la Universidad Nacional, con la conclusión de la Especialidad en Ahorro y Uso Eficiente de la Energía y la actual realización de la maestría en Energía, ambos posgrados en la Facultad de Ingeniería.

“Nuestra disciplina se caracteriza por la ética, la constancia, las ganas y el respeto al deporte. Enseñamos la capacidad de resolver conflictos a los jugadores y que esto lo implementen en su vida cotidiana”, aseveró.

“El cambio de alumno a entrenador fue un reto para mí. Me agrada incentivar el gusto a los demás por algo que me apasiona. Lo primero que digo a los jugadores es que el aspecto académico es lo fundamental y que el reconocimiento de tu profesión se amplía con el enaltecimiento deportivo.”

Como jugador auriazul, Aguilar López consiguió un cuarto lugar nacional en 2018, además de ganar dos veces el Torneo Universitario de Ultimate y conseguir, junto con sus compañeros de escuadra, ser el primer club de la disciplina reconocido formalmente por una universidad en México.

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