Un judoca paralímpico en busca del oro en Tokio

Él ya saboreó el triunfo en los Juegos de Río de Janeiro

Fotos: Jacob Villavicencio (archivo).
Eduardo Ávila Sánchez, exalumno de la Facultad de Química, judoca paralímpico auriazul y medallista de oro en los Juegos Paralímpicos Río 2016, buscará refrendar sus triunfos en Tokio 2021.

Ávila, quien ya cuenta con dos metales de oro y un bronce en esos juegos, se encuentra en el sexto lugar de la clasificación mundial avalada por la Federación Internacional de Deportes para Ciegos, en la división de 81 kilogramos, y en caso de no haber más certámenes clasificatorios sería uno de los elegidos para competir el próximo año en Tokio, pues se registra a los primeros ocho lugares en la rama varonil.

Pese a que la pandemia por la Covid-19 detuvo al mundo, Hilario Ávila Mejía, presidente de la Asociación de Judo de la UNAM y entrenador de atletas paralímpicos de alto rendimiento, mantiene firme la idea de refrendar medallas de oro.

Su otra carta fuerte es la jalisciense Lenia Ruvalcaba, quien en Río logró un oro y se ubica en la tercera posición mundial en la división de -70 kilogramos. En femenil pasan las primeras seis, y también, de no haber más eliminatorias, ella ya tendría su boleto a los Paralímpicos 2021.

El ganador del Premio Nacional del Deporte 2016 como entrenador considera esencial mantenerse bien física y mentalmente. “Lo que puede trabajarse en el confinamiento es la condición física, pero el verdadero reto está en la parte psicológica. La cancelación de las competencias puede afectar a los atletas de élite, pero quienes estén más fuertes con la mente siempre tendrán una ventaja sobre su oponente”.

Después de prepararse cuatro años con un equipo multidisciplinario, Eduardo Ávila sabe que debe sobreponerse a las adversidades para lograr el objetivo. “En este tiempo he reflexionado lo que he hecho bien y mal en mi disciplina, y tomo toda esta situación de la pandemia como una oportunidad para regresar más fuerte. Es complicado, pero no nos queda más que adaptarnos, dar todo el esfuerzo, sudor y lágrimas para lograr una presea en el budokan (estadio para artes marciales) en Tokio, la cuna de mi deporte”, concluye el judoca puma.

Hilario Ávila.
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