Una esperanza muy real para pacientes parapléjicos

Las lesiones medulares, uno de los problemas más añejos en la neurología

Imagen: Nature medicine.

Tres pacientes parapléjicos que sufrieron accidentes en moto volvieron a ponerse de pie y dar algunos pasos con asistencia de una andadera un día después que les realizaron implantes electrónicos en la médula espinal. Los tres perdieron la capacidad de mover sus extremidades inferiores y el tronco luego que tuvieran una lesión de sección completa en la médula, es decir, que tuvieron un corte completo de ésta.

Este avance científico se publicó en Nature medicine (https://www.nature.com/articles/s41591-021-01663-5) y representa una gran esperanza para los pacientes que tienen un padecimiento similar.

Víctor Manuel Rodríguez Molina, investigador del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina, asegura que este hecho es muy importante y ha causado gran revuelo en la comunidad médica y científica. “Uno de los problemas más añejos que tenemos en la neurología corresponde a lo que se denomina lesiones medulares; éstas se dan cuando una persona tiene un accidente. La médula está compuesta por una serie de axones que son responsables de llevar la información a nuestras piernas y recoger la información de nuestra sensibilidad en las extremidades”.

Cuando un paciente sufre ese tipo de lesiones pierde la movilidad, la capacidad de controlar sus músculos y, por lo tanto, la de caminar y desplazarse, incluso le es imposible incorporarse y pierde sensibilidad. Desde hace muchos años se realizan estudios sobre cómo tratar de regresar la movilidad a estos pacientes; “en este caso, se hicieron de células madres y otro tipo de implantes electrónicos. Éste es el primero que tiene éxito en dos sentidos: la rapidez, porque estos pacientes en el momento en que se hizo el implante, inmediatamente posterior a la cirugía, se pudieron poner de pie y empezar a caminar; dos, sentará las bases para futuros dispositivos de este tipo. En este sentido, es una noticia muy importante”.

El funcionamiento

Esta tecnología estimula directamente la médula espinal a través de un chip o una serie de electrodos. Dicha información normalmente la envía el cerebro, responsable de transmitirla a nuestros músculos. En este caso, por la ruptura de la médula, se interrumpió este camino; por ello, se implantó una serie de electrodos a nivel epidural en una cubierta que tiene la médula por fuera. Estos electrodos están conectados a su vez a una pila, un dispositivo que mandará señales de tipo eléctrico.

Rodríguez Molina apunta: “Se puede ir controlando cómo se quieren ir estimulando los músculos a través de un software que se puede conectar por bluetooth; es decir, el propio paciente a través de una aplicación puede enviar los pulsos a sus piernas, no necesita alguien más controlando eso. Puede establecer el comando para ponerse de pie, caminar, bajar escaleras e, incluso, se hicieron pruebas de andar en bicicleta o hasta usar remos”.

Podría estar disponible en poco tiempo

Para el investigador esta tecnología es un cambio fundamental para este tipo de problemas, y algo muy importante es que podría estar disponible aproximadamente de tres a cinco años.

“El trabajo cuenta con el grado de madurez suficiente para que tenga una muestra más grande. En Estados Unidos ya está en fase de estudio novedoso que es una fase previa a que la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) pueda aprobarlo como tratamiento. Allí vemos que lo están considerando como inminente, que no tardará mucho tiempo en que pueda utilizarse y que accedan más personas”, señala Rodríguez Molina.

Esta noticia es un parteaguas, “no hay que perder de vista que todo este tipo de tecnología tiene al menos 20 años de desarrollo, cuando empezaron los primeros prototipos de estimulación en trasplante coclear; también hay cámaras que se están tratando de instalar para sustituir al ojo. La nanotecnología va a ser uno de los complementos importantes; hay que recordar que los dispositivos ya son inalámbricos y los chips cada vez más pequeños”.

Cabe aclarar que la forma en cómo se resuelve el estudio es totalmente personalizada; no es un chip que se puede implantar a cualquier persona, se tiene que hacer un análisis en particular, para que durante la cirugía se hagan las pruebas de cómo será la estimulación de sus músculos.

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