Una triple hélice: metáfora, sociedad y la ciencia de la evolución. Un taller híbrido en memoria de Richard Lewontin

El científico estadunidense. Foto: Museo de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard.

Nacido en la ciudad de Nueva York en marzo de 1929, Richard Lewontin fue un gran erudito que hizo aportaciones muy relevantes a la genética y la biología evolutiva. Junto con Stephen Jay Gould, John Burdon Sanderson Haldane, Ernst Mayr, Ronald Fisher, Sewall Wright, George Gaylord Simpson y su maestro Theodosius Dobzhansky, entre otros, transformó la manera en la que se interpreta actualmente la evolución de las especies. Aun cuando muchos de ellos sostenían posturas divergentes.

Entre las grandes aportaciones de Lewontin se encuentran la crítica al adaptacionismo, a la sociobiología y la propuesta de su teoría de construcción de nicho, todas ellas consecuencia de un rechazo profundo al determinismo biológico.

El determinismo biológico tiene una larga historia, durante la cual se ha utilizado para justificar las causas más atroces. Quizá la más famosa de estas es el nazismo. Aunque inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial se dio un rechazo profundo a los discursos de superioridad racial, el determinismo biológico nunca se abandonó del todo y a partir de la década de los años 70 del siglo pasado comenzó a tomar fuerza nuevamente.

Lewontin fue sumamente crítico de los discursos tradicionales de la ciencia y de su utilización para justificar injusticias. A diferencia de la mayoría de los científicos, declaró abiertamente su posición ideológica. Se proclamó marxista y se definió como un biólogo dialéctico. Esta es, sin lugar a duda, una de sus características más destacables.

Los trabajos de Lewontin con Richard Levins, Stephen Jay Gould, Niles Eldredge, y Hilary y Steven Rose, entre muchos otros, reivindicaron el feminismo y las libertades políticas; lucharon contra el racismo y el clasismo; y cuestionaron al neodarwinismo o teoría sintética por su visión. Además de la selección natural, los estudios de Lewontin remarcan la gran importancia del azar en la evolución (deriva génica), complementando una visión extremadamente gradualista y reduccionista (que ve a los organismos como partes en vez de totalidades, y en la cual el determinismo genético desempeña un papel central) con una perspectiva en la que los organismos no son sólo objetos pasivos en el medioambiente. Lewontin y sus colaboradores resolvieron el problema de la pasividad con la construcción de nicho; cuestionaron a la sociobiología de Edward O. Wilson, y a la eugenesia. Todo esto lo lograron pensando en la naturaleza desde otra perspectiva ideológica, y anclando sus ideas en evidencias empíricas en el más estricto sentido de la ciencia. Cabe resaltar que no fueron los únicos. Gould y Eldredge crearon la teoría del equilibrio puntuado, también con sustento en una perspectiva marxista. En esta misma línea, Gould y Elisabeth Vrba plantearon el concepto de exaptación.

De su libro El biólogo dialéctico, Lewontin plantea que fue escrito desde una perspectiva marxista, que refleja el conflicto entre el materialismo dialéctico de su compromiso consciente y la ideología positivista que domina la educación académica y el ambiente intelectual. Lewontin no intenta definir un método dialéctico o plantear sus principios en una lista explícita, sino reflejar algunos hábitos de pensamiento, algunas formas de cuestionamiento que él identifica como dialécticas.

Como científico, Lewontin fue extremadamente congruente con su ideología. Fue un pensador profundamente crítico, dispuesto a desafiar los fundamentos científicos y filosóficos de la biología, y sus consecuencias sociales, culturales y políticas. Sus críticas a la ciencia, a menudo desde una perspectiva marxista, inspiraron una nueva manera de pensar sobre la relación entre la ciencia, la política y la sociedad. Aunque a sus 92 años su fallecimiento, apenas el año pasado, difícilmente puede llamarse sorpresivo, sí representa una gran pérdida para la ciencia, especialmente para las y los biólogos, filósofos de la biología y académicos socialmente comprometidos.

En un país como el nuestro, donde el racismo y las injusticias sociales siguen siendo temas centrales para la política nacional, analizar las propuestas de Lewontin es especialmente relevante. El evento Una triple hélice: metáfora, sociedad y la ciencia de la evolución: un taller híbrido en memoria de Richard Lewontin brinda homenaje, desde nuestra Universidad, a un gran científico, cuyas contribuciones a la biología y a la ética científica son fundamentales, especialmente para reivindicar la necesaria libertad y autonomía con responsabilidad social de los y las científicas.

*Resumen de la conferencia inaugural de la Dra. Rosaura Ruiz Gutiérrez

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