El discurso de Trump genera violencia

Se complica en EU la transición presidencial

El republicano se aferra al poder: Juan Carlos Barrón, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte

El asalto al Capitolio de Estados Unidos en el que murió una mujer y que encabezaron simpatizantes del presidente Donald Trump, es una vergüenza para el país que presume ser el más democrático del mundo, coinciden medios y especialistas.

Para Juan Carlos Barrón Pastor, secretario académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), la violencia suscitada ayer en la que seguidores del aún presidente Donald Trump impidieron la sesión para ratificar la victoria del demócrata Joe Biden, es una manifestación ocasionada por el discurso del republicano.

Desde que empezó la campaña por la presidencia en Estados Unidos advertimos que la situación no era la de una elección normal, sino que estábamos ante un personaje aferrado al poder, por lo que no se ve sencilla la transición pacífica, y ahora estamos frente a demostraciones violentas que habrá que vigilar desde este momento hasta el 20 de enero, día de la toma de posesión del presidente Biden.

“Tendríamos que revisar la historia del siglo XX, pero creo que desde la Guerra Civil no habían ocurrido manifestaciones de este tipo, y es evidente que no se pensó bien el asunto, pues incluso alguien entró armado al Capitolio. Tal vez se minimizó indebidamente la seguridad de los que están dentro del edificio, y el todavía presidente, que se la ha pasado azuzando a sus seguidores, ahora les pide que hagan la manifestación de manera pacífica; se ve difícil que alguien de ellos esté revisando el Twitter”, abundó.

Sobre si habrá más acciones violentas, opinó: “Es probable, pues si el proceso legal se ha efectuado con todos sus pasos, se han dirimido todos los asuntos propuestos, cada estado de diferente manera, ahora un grupo de senadores estuvieron listos para objetar la certificación de un estado o de otro, especialmente los que definieron la victoria de Biden. Es algo que todavía está dentro de nuestro campo cognitivo; lo que se está terminando hoy son la capacidades legales e institucionales previstas en Estados Unidos.

“Lo que pueda pasar entre hoy y el 20 de enero estará ya dentro del marco de un conflicto poselectoral que no tiene cabida en una disputa legal”, apuntó el académico, y comentó: “Legalmente hemos llegado hasta aquí, y el grupo que apoya a Trump cree que la ley está de su lado y no se les ha respondido. Es algo muy fuerte, porque la convicción de muchos de los partidos es que se ha respondido legalmente. El que el vicepresidente Mike Pence no haya roto el protocolo esta mañana habla de que el marco legal estadunidense llega hasta aquí, y la gente que está haciendo estas manifestaciones violentas está rompiendo la ley”.

El futuro del trumpismo

Sobre si se está formando un movimiento social alrededor de la figura de Trump, el especialista aseveró: “Así se había entendido su bravuconería. Un sostenimiento de sus bases que le permitiera un retorno electoral en cuatro años, eso era como un ofrecimiento de mantener las reglas del juego, porque no es menor su base electoral; se había pensado como una estrategia para ir construyendo un movimiento en torno a su culto, cada vez más lejos de los republicanos, incluso para ellos será un gran reto, pues se está generando una división”.

Barrón Pastor consideró que sería probable si todo siguiera en el marco institucional. Quizá Trump se presentaría a elecciones en cuatro años y que sus actos fueran en esa dirección; pero, por otro lado, con lo que ha sucedido, con la llamada al secretario de Estado de Georgia, se le suman actividades presuntamente criminales que pueden desembocar en un conjunto de acciones legales contra el aún presidente. “A lo mejor él mismo ya teme que eso pueda ser factible y por ello esa radicalización; lo habíamos dicho ya muchas veces, es un grupo sociopolítico muy radicalizado, no debemos pensarlo como un electorado tradicional, sino como un movimiento social dispuesto a una irrupción violenta en el escenario político estadunidense”.

El investigador universitario recomendó cautela ante el alcance de estas manifestaciones: “En los ámbitos regional y nacional se ve muy lejos que Estados Unidos esté al borde de una desestabilización política; lo que observo es una acción colectiva focalizada muy específica, personas radicalizadas dispuestas a romper la ley. Aun cuando su discurso sea ley y orden, seguiremos viendo cómo esos simpatizantes van tomando esas acciones contradictorias en cuanto a su supuesto ideario político y están listos para echar a andar sus ideas apocalípticas”.

Juan Carlos Barrón concluyó que habrá que observar si este movimiento sigue, se radicaliza más o es un brote temporal. “Han tenido tiempo suficiente para organizarse, así que hay que esperar para saber si son patadas de ahogado o si se están agrupando para emprender acciones fuera de la ley. Queda claro que el trumpismo ha llegado para quedarse. El reto es que Biden tome posesión”.

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