Violencia de género, asignatura pendiente

La que se vive en una institución educativa es, en parte, consecuencia de la misma que afecta a la sociedad

Foto: Erik Hubbard.

Para alcanzar el pleno goce en el ejercicio de los derechos es indispensable la igualdad y equidad entre hombres y mujeres, afirmó Luis Raúl González Pérez, coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos, quien reconoció que la violencia de género continúa como una asignatura pendiente en México y el mundo.

Como parte del Día Escolar de la no Violencia y la Paz, que se conmemoró el 30 de enero, expuso que las normas con las que contamos, los tratados internacionales que suscribimos y que pueden contener los mejores estándares de respeto a los derechos humanos no son suficientes sin su materialización plena.

Profundamente enraizada en las desigualdades de poder

Leticia Cano, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), comentó que las violencias que hoy en día vivimos se encuentran vinculadas a problemas de carácter estructural. “Es indispensable modificar los marcos normativos, las instituciones y narrativas, así como la manera de ser, vivir, actuar, pensar y hablar a la que estamos impuestos histórica, social y culturalmente”.

González Pérez, extitular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, remarcó que la violencia de género en los espacios educativos no está desconectada del entorno social. Lo que se vive en las aulas, patios, pasillos y oficinas de una institución educativa es, en parte, consecuencia de la misma violencia que afecta a la sociedad en su conjunto.

Este fenómeno se encuentra profundamente enraizado en las desigualdades de poder, así como en la asimetría social entre hombres y mujeres, que generan para ellas injusticia social, política económica y patrimonial, y que ponen en una posición de privilegio a los varones.  “Aunque hay una transformación positiva gradual, queda mucho por hacer”, reiteró.

Es indispensable modificar los marcos normativos, las instituciones y narrativas, así como la manera de ser, vivir, actuar, pensar y hablar a la que estamos impuestos histórica, social y culturalmente”

Leticia Cano | Directora de la ENTS

Una institución universitaria que defiende a su comunidad femenina hace efectivo el derecho de ellas a vivir una educación libre de violencia, en paz, en un espacio donde profesores, alumnos y personal administrativo varonil no menosprecien su capacidad intelectual, conocimientos, experiencia y trabajo sólo por ser mujeres, y donde reciban un trato digno y respetuoso.

En el encuentro, organizado por el Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Violencia Escolar, Leticia Cano se refirió a la importancia de ver a las comunidades, situaciones sociales, políticas, culturales y económicas con perspectiva de género. De igual manera, es necesario un trabajo integral con las víctimas y victimarios, porque la sanción por sí sola no resuelve el problema.

Esta casa de estudios se ha provisto de herramientas para tener mejores actuaciones en torno a este problema; sin embargo, “es hora de revisar y modificar el estatuto en algunos de sus componentes y delinear una política institucional de género que trabaje en la prevención, igualdad y equidad”, enfatizó.

Finalmente, Guadalupe Barrena Nájera, titular de la Defensoría de los Derechos Universitarios, subrayó que todos participamos en la construcción de un entorno en el que se vive violencia, por lo cual es fundamental que la Defensoría llegue a aquellos lugares donde la gente estas situaciones.

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