Visita de Nancy Pelosi a Taiwán, una provocación

“Saben que es un tema sensible tanto de política interna como exterior… Ella es cercana a Biden, tan sólo por cuestiones partidistas. Por eso es una señal muy significativa”: Mariana Escalante, de la FCPyS

Nancy Pelosi y la presidenta Tsai Ing-wen. Foto: Reuters.
China tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar su soberanía e integridad territorial. Las consecuencias que surjan a partir de esto serán asumidas totalmente por la parte estadunidense y las fuerzas separatistas que buscan la ‘independencia de Taiwán’”.

Este fue el mensaje que Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, lanzó al mundo tras la visita de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, a Taiwán. La funcionaria, de acuerdo con la agencia informativa Xinhua, afirmó que con esta visita “simplemente aceleraron la transición de Hong Kong del caos a la estabilidad y la prosperidad e hicieron que la Perla de Oriente brillara de nuevo”.

Las palabras fueron acompañadas por el lanzamiento de misiles cerca de territorio taiwanés, acto que el Comando del Teatro del Este de China llamó un entrenamiento con fuego real en el estrecho de Taiwán.

Para Mariana Escalante, profesora e investigadora del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), el viaje de Pelosi ha transformado la región en una “zona caliente” en la que podría surgir un conflicto regional importante.

“Si bien Joe Biden dijo que Estados Unidos siempre ha respetado esta política de Una sola China, y que fue decisión de Nancy Pelosi visitar Taiwán –un acto que como funcionaria evidentemente demuestra un cierto acuerdo y aprobación, una intención de provocación hacia China–, saben que es un tema sensible tanto de política interna como exterior”, consideró Escalante y añadió: “Hace 25 años fue la última vez que un funcionario de tan alto nivel, el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Newt Gingrich, visitó Taiwán (1997). Fue distinta la situación porque en ese caso Gingrich era republicano y Clinton, entonces presidente, era demócrata. Se podría entender como un desacuerdo dentro de la política estadunidense: somos de diferentes partidos, está bien. En este caso, Nancy Pelosi sí es cercana a Biden, tan sólo por cuestiones partidistas. Por eso creo que sí es una señal muy significativa”.

Una sola China

Escalante explicó que la política conocida como Una sola China “es un principio fundamental de su soberanía y de su integridad territorial. Es el sustento de una política exterior clave que sirve de base para establecer relaciones diplomáticas con cualquier país. Esto significa que si una nación establece relaciones con la República Popular, reconoce que sólo hay una China, y Taiwán es parte de ésta”.

“En este marco de la relación con Estados Unidos, en 1972 se firma el famoso Comunicado de Shanghái, que establece dichos principios, y Estados Unidos los acepta. A través de esto se instauran relaciones formales en 1979, y se instituyen tres principios fundamentales: hay una sola China, Taiwán es parte de China y Beijing es el gobierno legítimo de toda China.”

Estados Unidos reconoció este principio del gobierno chino en 1972, lo que permitió entablar relaciones entre ambos países para 1979. Sin embargo, la administración estadounidense “estableció relaciones muy estrechas con Taiwán, principalmente económicas –muchos intercambios y, sobre todo, venta de infraestructura militar–, lo cual siempre molesta a Beijing. Se viola de cierta manera el principio del Comunicado de Shanghái”.

“La estrategia de Estados Unidos hacia Taiwán siempre ha sido similar. Lo utilizan como un medio de provocación para China, junto con el tema de derechos humanos. En esta visita de Nancy Pelosi se habló constantemente que Estados Unidos iba a apoyar a sus aliados y que siempre están en defensa de los derechos humanos. Otros gobiernos habían respetado no hacer visitas de altos funcionarios a Taiwán, pues es lo que rompe la estabilidad regional y la seguridad para China”, subrayó la maestra en Relaciones Internacionales por la Universidad de Pekín.

Tensiones en aumento

La situación, apuntó Mariana Escalante, se agudizó a consecuencia de varios factores: el próximo Congreso del Partido Comunista en el que se elegirá a Xi Jinping –presidente de la República Popular China– para un nuevo periodo en el cargo; la dependencia de Estados Unidos de las exportaciones de semiconductores y chips provenientes de Taiwán; y el creciente sentimiento anti-China en Occidente.

En esta lucha de intereses geopolíticos y económicos, comentó, se han perdido de vista los deseos del pueblo taiwanés. “Es muy importante cómo ve esto la población, porque muchas veces hay opiniones distintas y variadas”.

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