Trabajo del Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra
Vislumbra portal presencia y avance de sargazo en Quintana Roo
La zona de estudio incluye toda la costa de ese estado y 230 kilómetros mar adentro, en promedio
Asociada con el cambio climático, la acidificación de los mares y la cantidad de nutrientes que se vierten como contaminantes a los mares, la llegada de sargazo a las costas mexicanas es un grave problema ambiental, económico y turístico para el que urgen soluciones.
Para entender desde la ciencia este fenómeno, especialistas de los institutos de Geografía (IGg), Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, y Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM trabajan de manera multidisciplinaria para abordar la complejidad de la situación.
En el Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra (LANOT), ubicado en el IGg, han desarrollado un portal donde dan seguimiento a la aparición y avance del sargazo en el Mar Caribe y las costas de Quintana Roo. “Nuestro primer objetivo es el monitoreo de las manchas de sargazo para evitar su arribo a los arrecifes y las playas”, explicó Jorge Prado Molina, coordinador del LANOT.
La zona de estudio incluye toda la costa de Quintana Roo y 230 kilómetros mar adentro en promedio, extendiéndose hacia Belice, Guatemala y parte de Honduras, añadió.
Las imágenes que genera el sitio son de libre acceso, provenientes del satélite Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europa (ESA), las cuales se producen con una resolución de 10 a 60 metros, con casi seis mil pixeles y una cobertura de imagen de 109 x 109 kilómetros, lo que ofrece una excelente nitidez espacial.
En el portal universitario (sargazo.lanot.unam.mx), que está disponible para todo público de manera gratuita, se emplean 18 imágenes del Sentinel-2, obtenidas cada cinco días, las cuales cubren un área aproximada de 150 mil kilómetros cuadrados.
Jorge Prado Molina detalló que también se realiza una modelación dinámica del sargazo, en la que para cubrir los intervalos sin imágenes se utiliza un modelo de corrientes oceánicas (llamado HYCOM) para monitorear y predecir su arribo a las costas. “Además, se cuantifica el número de balsas de sargazo recaladas en la playa”.
Hasta ahora, esta herramienta de análisis tiene un acervo de cuatro mil 700 imágenes de la zona de estudio generadas entre 2015 y 2022. “Esto permite realizar análisis científicos con series de tiempo y realizar una evolución histórica del fenómeno”, comentó.
Un algoritmo de detección permite a los científicos conocer la presencia o ausencia de sargazo, datos que se pueden comparar con una imagen real y visible.
Uriel de Jesús Mendoza Castillo, integrante del LANOT y académico del IGg, precisó que el portal informa sobre el tamaño de la mancha y ofrece cifras de sus dimensiones, además de que localiza el sargazo en el océano y en la playa.
Dijo que se pueden hacer consultas del fenómeno en años anteriores, para hacer trabajos comparativos o históricos de todo el mes acumulado, además de que mide las distancias a la costa.
Biorremediador
Steven Czitrom, investigador del ICML, reconoció que el del sargazo es un problema asociado al cambio climático y la contaminación.
“El sargazo es un biorremediador fantástico, que absorbe alimentos, fertilizantes y nutrientes. Absorbe todo lo que recoge, lo cual se pudre y libera lixiviados de elementos como arsénico y cadmio que son muy dañinos”, señaló.
Czitrom reconoció que cuando el sargazo llega a la playa buena parte de la batalla está perdida, por lo que ahora deben centrar sus esfuerzos en capturarlo en el mar.
Por su parte, Raúl Aguirre Gómez, investigador del IGg e integrante del Laboratorio de Análisis Geoespacial, reconoció que el sargazo es una respuesta natural ante la acidificación del océano, y consideró que es fundamental explorar desde las ciencias sus potenciales usos en la construcción de ladrillos, en la obtención de diversas sustancias químicas para la industria y hasta para la generación de gas que produzca electricidad.