Arranca la segunda generación de Piso 16

Propuesta para sacar el arte de los foros convencionales y llevarlo a espacios populares

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¿Qué tal si organizamos peleas clandestinas de danza contemporánea en lugar de peleas de gallos?”. Con esa idea, Fernando Bravo y un grupo de amigos crearon las salas de arte clandestino, lo que forma parte de un proyecto más amplio para un museocentro cultural itinerante. Su objetivo es sacar el arte de los foros convencionales y de élite para llevarlo a los espacios de la cotidianidad y populares, como sótanos, azoteas y mercados.

Llevan dos años trabajando en el proyecto, pero ahora buscan crecerlo y profesionalizarlo para que ellos y los artistas reciban su paga. Y, sobre todo, para llevarlo a más gente. ¿Cómo lo harán? Con Piso 16, el laboratorio de iniciativas culturales tipo co-working dirigido por Julieta Giménez Cacho, con la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM.

10 meses

El de Fernando es uno de los ocho proyectos que fueron elegidos este año, entre más de 135 postulaciones, para formar parte de la segunda generación de Piso 16.

Durante 10 meses, los líderes e integrantes de estas iniciativas recibirán una serie de mentorías, talleres y charlas como parte de un acompañamiento para desarrollar, planificar y hacer sustentables en tiempo, forma y fondos sus trabajos. Las reuniones son una o dos veces cada 15 días y el propósito es detonar lo planeado para lograr un impacto social positivo.

El programa de formación –dirigido a jóvenes creadores de cualquier disciplina artística, a gestores culturales y comunicólogos– no sólo es único y original en la Universidad sino en todo México, aseguró la directora.

“Este es un espacio para compartir y aprender, pero no de la forma tradicional sino activa. Aquí no se enseña, se aprende. Aquí no se compite, se comparte. Aquí no se usa deber u obligatorio, sino necesario, pertinente y conveniente. Aquí no hay clases, hay sesión. Aquí no hay cursos, hay talleres. Aquí no hay alumnos, hay participantes (…) El trabajo colectivo y de aprendizaje común son nuestras premisas”, explicó Giménez Cacho.

El laboratorio está ubicado en el piso 16 de la Torre de la UNAM Tlatelolco. Es un espacio abierto, iluminado y con una gran vista a Ciudad de México; con un área tecnológica para editar materiales de diseño, audio y video; con biblioteca especializada en gestión cultural, disciplinas artísticas y comunicación; con cocina, una sala de trabajo para talleres y una caja negra para hacer ensayos acústicos, de teatro o danza.

Gestión cultural

Alma Camelia Flores, artista visual, también forma parte de esta segunda generación de Piso 16. Ella busca concretar una iniciativa de gestión cultural llamada Lolita, la cual estará dirigida a artistas jóvenes y sin trayectoria. “Pienso que Piso 16 me puede ayudar a profesionalizarme. No he encontrado otras convocatorias que te propongan algo como esto y además te dé un espacio. Es como mi casa, donde puedo llegar a trabajar y estar en compañía de otros creadores”, destacó.

“En Piso 16 podemos terminar de desarrollar nuestro proyecto, que ya tiene avances pero también muchas áreas de oportunidad para organizarlo o reformarlo. Aquí queremos aprender y desaprender muchas cosas”, resumió Fernando Bravo.

La convocatoria para la tercera generación será publicada durante el segundo semestre del año.

Fotos: Barry Domínguez.
Fotos: Barry Domínguez.
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