Se desperdicia o pierde 31 % de los alimentos

Es, además, un gran gasto de energía; María Elena Trujillo, titular del PUAS, analiza el tema

Debemos contar con consumidores responsables, conscientes y equilibrados.

En el ámbito global cerca de 14 por ciento de los alimentos producidos se pierden entre la cosecha y la venta minorista. A ello, se suma que aproximadamente 17 por ciento de su producción total se desperdicia: alrededor de 11 por ciento en los hogares, cinco en los servicios de comidas y dos por ciento en el comercio al por menor, indican cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Además, los alimentos que se pierden y desperdician representan 38F por ciento del uso total de energía en el sistema alimentario mundial. “Esto es absurdo porque para producirlos y que luego no lleguen a las personas se utilizan agua, tierra, energía, mano de obra y generación de gases de efecto invernadero”, señaló María Elena Trujillo Ortega, titular del nuevo Programa Universitario de Alimentación Sostenible (PUAS).

Al hacer una reflexión al respecto, Trujillo Ortega coincidió con el organismo mundial en que cada día se pierden o desperdician toneladas de alimentos, por lo que es fundamental reducir las pérdidas y el desperdicio.

El asunto es muy grave cuando hablamos de la parte que se pierde en cosecha y producción, que es 14 por ciento de lo que se está intentando producir y representa miles de toneladas perdidas por roedores o huracanes, dijo Trujillo Ortega. “Cuando hablamos del desperdicio es de casi 17 por ciento y en ello participamos tirando comida en casa y en restaurantes, dejándola en el plato cuando es muy abundante o en el refrigerador”, precisó.

Una cosa es lo que se pierde y otra lo que se desperdicia. Los dos son igualmente graves, suman 31 por ciento de lo que se produce o se había calculado producir. Son miles de toneladas y más de 30 por ciento perdido que pudo llegar a una persona que lo requiriera, subrayó.

La titular del PUAS opinó que tenemos que contar con consumidores responsables, conscientes y equilibrados.

La propuesta del PUAS

Al abordar el tema de la alimentación sostenible, el PUAS propone reunir investigaciones de diferentes ámbitos y estar en equilibrio con la sustentabilidad alimentaria.

“Algunos profesionales vemos la producción agrícola o pecuaria; sin embargo, debemos abarcar también la biología y el medio ambiente, porque la producción tiene un efecto hacia el suelo, el aire y el agua”, apuntó.

En la parte sostenible también participa lo social, pues debemos cuidar la distribución y la equidad del alimento que le debe llegar a todas las personas, en especial a quienes están en condiciones de pobreza.

Otro aspecto es la parte humana, de la antropología, donde tenemos tradiciones y costumbres que debemos de cuidar. “Tenemos que cuidar todo esto, para poder tener un alimento sostenible, cuya producción considere todas las áreas mencionadas”.

En sus primeros trabajos de vinculación, el PUAS cuenta con comités científicos que reúnen especialistas de las áreas citadas, quienes trabajarán de una forma colegiada para hacer de la sostenibilidad un eje transversal en la producción y distribución de alimentos.

En trabajos posteriores buscarán hacer propuestas integrales a los organismos productivos y de gobierno para intentar incidir en las políticas públicas del sector alimentario.

“Un alimento será correctamente producido bajo sistemas que tomen en cuenta de manera justa la producción, el medio ambiente, la parte social y la humanitaria, para poder satisfacer con claridad las rutas de aquello que estamos generando”, concluyó.

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