Adiós a Sergio Fernández

Autor de novelas como Los signos perdidos, En tela de juicio, Los peces, Segundo sueño y Los desfiguros de mi corazón: un anecdotario, fue también Profesor Emérito por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM

El pasado lunes 6 de enero murió en Guanajuato, Guanajuato, a la edad de 93 años, Sergio Fernández, narrador, ensayista, académico e investigador originario de la Ciudad de México.

Fue autor de novelas como Los signos perdidos (1958), En tela de juicio (1964), Los peces (1968), Segundo sueño (1976) y Los desfiguros de mi corazón: un anecdotario (1983), y de varios libros de ensayos entre los que destacan Los “sueños” de Quevedo (1950), Ensayos de literatura española de los siglos XVI y XVII (1961) y La copa derramada. Estudio de los sonetos amorosos de Sor Juana Inés de la Cruz (1986).

Profesor Emérito por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Investigador Emérito del Sistema Nacional de Investigadores y miembro honorario del Seminario de Cultura Mexicana y de la Academia Mexicana de la Lengua, recibió el Premio Xavier Villaurrutia por su novela Segundo sueño (1980), el Premio Universidad Nacional en el área de Docencia en Humanidades (1988) y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría Lingüística y Literatura (2007).

Una de sus obras más emblemáticas es, sin duda, Los peces, la cual ha sido descrita por Magdalena Galindo, académica de la Facultad de Economía de la UNAM, como “un inmenso torrente de palabras que no sólo están lejos de contar una historia, sino que ni siquiera permiten una interpretación cierta, y cuando el asombrado lector está a punto de ahogarse en ese mar de incomprensión, el autor, con una frase coloquial o una referencia concreta, lo conduce suavemente a la orilla, pero apenas empieza a sentirse a resguardo, cuando otro chorro de palabras lo vuelve a arrastrar a las tumultuosas metáforas para perder nuevamente el aliento.” (“A Los peces”, de Sergio Fernández, en Siempre!, 27 de agosto de 2011)

El mismo Sergio Fernández clasificaba Los peces como “novela lírica”. Sin embargo, aún persiste una viva discusión entre los críticos y especialistas acerca de si esta obra es o no una novela.

“De acuerdo, es lírica –apunta Galindo–, pero no sé si novela, o más bien, no sé si está más cerca de la poesía que de la narrativa. Desde luego, como es obvio, no es poesía, pero se trata de una prosa tan cargada de metáforas que tampoco puede identificarse con el texto, mucho más utilitario, en cuanto está al servicio de contar una historia, mucho más llano, incluso en los neobarrocos, propio de una novela. […] También se aleja de la novela en cuanto tampoco hay propiamente trama, no hay sucesos como no sean el atardecer en el Monte Palatino y un triángulo amoroso o, mejor, una relación entre una mujer y un sacerdote, de la cual no sabemos los avatares sino, únicamente, el hecho escueto.”

Sergio Fernández, uno de los prosistas más finos y originales de su generación, dejó una honda huella en la literatura mexicana. A unos cuantos días de su partida, es hora de comenzar a leer –o releer– sus libros.

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