Articulan red de personal docente y administrativo contra violencia de género

Se realizó un primer encuentro que tuvo como objetivo promover un espacio de intercambio de experiencias, saberes y acciones en favor de la igualdad

Karla Paulina Amozurrutia, Leonardo Lomelí y Diana Tamara Martínez. Foto: Francisco Parra.

Durante años en la Universidad no hubo canales adecuados para atender la situación de violencia de género y encauzar la diversidad; y aunque en los últimos tiempos se ha llevado a cabo un esfuerzo muy importante en ese sentido, es mucho lo que falta por hacer, reconoció Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la UNAM, al participar en el Primer Encuentro de Personas Orientadoras Comunitarias (POC).

Lomelí Vanegas dijo que las POC llevan a cabo una relevante labor para esta institución. “Es una tarea importante escuchar con atención y empatía, y construir una relación de confianza que no siempre es sencilla”.

Se trata, continuó, de un trabajo paciente, de acompañamiento, en el cual hay que tender puentes entre los colectivos y las distintas instancias de nuestra casa de estudios, funcionarios, autoridades y cuerpos colegiados que tienen la responsabilidad efectuar acciones para prevenir y erradicar la violencia de género en la UNAM, y generar una auténtica cultura de igualdad de género.

Ese arduo trabajo, especializado y voluntario, requiere de un gran compromiso; ayuda a cohesionar a la comunidad, a resolver varios de los problemas más importantes que nos aquejan y, sin duda, tiene el reconocimiento de las personas que se ven beneficiadas por los esfuerzos de las POC, y “esa es la recompensa y el mejor indicador de que es un programa importante, valioso y al que vale la pena seguir apoyando”, recalcó.

Por último, Lomelí felicitó a las personas orientadoras que han estado trabajando en sus entidades, y a quienes han decidido integrarse a esta gran tarea que es en beneficio de la Universidad Nacional y de las varias comunidades que la integran.

Diana Tamara Martínez Ruiz, titular de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM (CIGU), agradeció el apoyo y la labor de quienes contribuyen a que la igualdad de género y la lucha por una vida libre de violencia hoy sea una realidad en la Universidad más importante del país.

“Estamos en el camino, que no es sencillo ni rápido de recorrer, pero estar en él, con el compromiso y acompañamiento de las autoridades y de ustedes es un impulso que hoy nos permite tener acciones concretas, y este encuentro es un ejemplo de ello”.

Voluntarias

Con el objetivo de articular una red amplia que promueva la prevención de la violencia por razones de género, la UNAM impulsa el programa POC, integrado por 230 universitarios, quienes pertenecen a 91 dependencias administrativas y entidades académicas.

Las POC son voluntarias de la comunidad universitaria, promotoras institucionales de la igualdad sustantiva, la no discriminación, la prevención y erradicación de las violencias por razones de género.

El programa se crea en 2017 como una estrategia de difusión y socialización del Protocolo para Atención de Casos de Violencia de Género en la UNAM de 2016, emitido por la Oficina de la Abogacía General, entonces a cargo de Mónica González Contró. Por lo tanto esta figura voluntaria (de los tres sectores de la comunidad universitaria), que tenía como objetivo acortar la brecha entre la persona en situación de víctima y la autoridad universitaria, seguía bajo responsabilidad de la misma instancia, así como su capacitación y regulación.

En noviembre de 2020, a ocho meses de creación de la Coordinación de Igualdad de Género de la UNAM (CIGU), se le entrega el programa POC. La entidad asume su operación y es la encargada de enlazar y articular el trabajo de todas las comunidades de esta casa de estudios, tales como iniciativas y acciones en favor de la igualdad de género, la prevención de la violencia, la construcción de nuevas masculinidades y de un nuevo modelo comunitario, más igualitario, abierto e incluyente.

La CIGU identificó un amplio potencial en la figura de la persona orientadora, y efectos positivos en integrantes de este programa que desde 2017 ya fungían como consejeras y asesoras, y tenían la confianza de las estudiantes en situación de víctimas de este tipo de violencias. Tras asumir la operación del programa, la CIGU lo reconfigura para empatarlo con dos de sus funciones sustantivas: la prevención de la violencia de género y la transversalización de la perspectiva de género en la vida universitaria.

El Primer Encuentro de Personas Orientadoras Comunitarias tuvo como objetivo promover un espacio de intercambio de experiencias, saberes y acciones en favor de la igualdad y para prevenir las violencias de género en las comunidades; las POC compartieron las buenas prácticas que han fomentado e impulsado al interior de sus comunidades en el camino de la promoción de la igualdad sustantiva, los retos, obstáculos y bondades.

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