Aún estamos lejos de suprimir desigualdad y opresión: María Steuer

Es necesario pensar de forma transformadora. Foto: cortesía CIGU.
Gracias a la fuerza de movimientos feministas, de disidencias que se inscriben en el Día Internacional de la Mujer, se fue generando una puesta en crisis de la legitimidad de la opresión de género; esta nueva realidad que se va gestando problematiza las relaciones basadas en inferioridad o discriminación, consideró María Jazmín Steuer de Giusti, académica de la Universidad Nacional del Chaco Austral, Argentina.

Sin embargo, estamos lejos de que se haya suprimido la subordinación y la desigualdad, abundó al participar en el encuentro virtual Avances y retrocesos en el abordaje de las violencias por motivos de género, organizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, en el marco del 8M.

Mencionó que en 2023 en México, 546 mujeres menores de 18 años fueron víctimas de feminicidios; si bien esta cifra representa una disminución con relación a 2021, el dato es preocupante, aunque es un denominador común en América Latina. “Con urgencia debemos problematizar e interrogar los procesos de naturalización por los que se produce socialmente la invisibilidad de la violencia de género –aunque es lo más difícil–, de otra forma se corre el riesgo de que las víctimas de feminicidio en México sean sólo nombres que coronan un anonimato, la invitación es a pensar de forma transformadora”.

Apuntó que el desafío de la participación social de las mujeres y de los movimientos feministas es comprender que “fundamentalmente ésa es nuestra lucha, no es un proceso evolutivo y sumatorio; hoy nuestros países atraviesan distintas cuestiones. Los avances no son evolutivos, a veces tienen resistencias y fuertes retrocesos, luego nuevamente progresos, de ello debemos ser conscientes”.

En su oportunidad, Gloria Ramírez Hernández, coordinadora de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la FCPyS, indicó que vivimos en un país “alertado”. Tenemos 26 alertas de género declaradas, cada solicitud de este mecanismo de protección de los derechos humanos de las mujeres se acompaña de un informe que muestra una situación grave, y cada año aumenta el número de víctimas de feminicidio a lo que hoy agregamos desapariciones.

Ante ello, dijo, una de las voces que vamos a escuchar en todas las marchas es alto a la violencia en razón de género. “Recordemos que la lucha de las mujeres ha sido larga, y gracias a lo que hoy llamamos feminismo, no sólo un movimiento, sino un paradigma ético político, hoy reivindicamos el derecho a los cuidados y su reconocimiento en la Constitución”.

Consideró que, sin duda alguna, tenemos avances importantes en el ámbito normativo, puesto que nuestra nación ha firmado casi todos los mecanismos y está en la agenda internacional y ha realizado acciones relevantes desde el punto de vista jurídico. No obstante, la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer señala que no basta la igualdad ante la ley, sino que exige que ésta sea sustantiva, es decir, en la ley, en los hechos y en todos los espacios.

Reconoció que se ha avanzado en la lucha por el derecho a una vida libre de violencia y a decidir sobre nuestro cuerpo; sin embargo, debemos tomar el ejemplo de Francia que incorporó a su constitución, como un derecho de las mujeres, el acceso al aborto, libre, legal y gratuito, algo por lo que debemos luchar en México. “De otra manera, veremos retrocesos como ocurre en Estados Unidos, y hoy escuchamos con preocupación lo que pasa en Argentina”.

En tanto que Mónica Amilpas García, de la Unidad de Género de la FCPyS, reiteró que la violencia de género en México persiste y, aunque tenemos avances y esfuerzos para visibilizarla, las mujeres seguimos enfrentando diferentes formas y expresiones de violencia de género que no sólo recaen en expresiones como feminicidio, sino que empiezan su manifestación de manera sutil y constante en la vida cotidiana de muchas.

Por ello, manifestó, en el marco del Día Internacional de la Mujer, debemos reflexionar sobre los logros de las mujeres en la lucha por la igualdad, así como de las acciones pendientes de abordar cuya raíz estructural es la violencia de género. “Ello implica un compromiso serio por parte de la sociedad en su conjunto y la creación de políticas enfocadas a garantizar estos derechos de las mujeres y promover una cultura de respeto e igualdad”.

Las universidades no están exentas de la violencia de género que trasciende las aulas y que afecta la integridad física y emocional de quienes las habitan. Aunque es importante reconocer los avances que se han impulsado para alcanzar la igualdad mediante la implementación de programas y políticas de prevención que han promovido la cultura de la denuncia y la sensibilización, y que fortalecen la forma de relacionarnos en los espacios universitarios.

En el encuentro académico también participó Patricia Martínez Torreblanca, secretaria general de la FCPyS.

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