Bacterias “tolerantes” a un antibiótico, posible origen de la resistencia bacteriana

Desde la aparición de la penicilina, las bacterias, como parte de su evolución, han estado desarrollando resistencia, lo que se ha convertido en un problema de salud pública en el planeta

Un estudio reciente encontró que la combinación de medicamentos puede acelerar el desarrollo de la resistencia bacteriana a los antibióticos.

Desde la aparición de la penicilina, las bacterias, como parte de su evolución, han estado desarrollando resistencia, lo que se ha convertido en un problema de salud pública en el planeta.

Un factor muy importante en el desarrollo de esta resistencia es su capacidad de reproducción: por ejemplo, Escherichia coli se reproduce cada 20 minutos en condiciones favorables. Pero lo más grave es que al reproducirse, las bacterias experimentan mutaciones en su material genético, algunas de las cuales les permite adaptarse mejor a condiciones ambientales adversas.

Gracias a esta altísima capacidad de adaptación pueden habitar ambientes extremos (salinos, calientes, fríos o ácidos), a los que otros seres vivos no podrían ni acercarse, como un medio ambiente en el que abundan los antibióticos.

Con las mutaciones, surgen algunos individuos que desarrollan resistencia y cuya descendencia es el inicio de poblaciones bacterianas muy resistentes a los antibióticos.

Para evitar la resistencia, en la práctica clínica se utiliza con mucha frecuencia la combinación de medicamentos. Pero ni siquiera estas terapias evitan que aparezca la resistencia porque se sabe muy poco sobre el efecto de la tolerancia, que es un modo diferente de sobrevivir a la combinación de antibióticos.

Cuando se emplea una combinación de antibióticos, se espera que el segundo mate cualquier bacteria o microorganismo que dejó vivo el primero, pero este estudió demostró que cuando un paciente ya es tolerante al primer antibiótico aplicar un segundo estimula la resistencia al promover la reproducción de la bacteria que no fue eliminada por el primero.

Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén estudiaron la evolución de una cepa de Staphylococcus aureus en pacientes bajo tratamiento y detectaron el rápido desarrollo de mutaciones de la tolerancia seguida por la resistencia a los antibióticos, a pesar del tratamiento combinado de medicamentos. Tolerancia significa que el antibiótico mata a la bacteria muy lentamente.

En un trabajo publicado en la revista científica Science –Effect of tolerance on the evolution of antibiotic resistance under drug combinations– los investigadores encontraron que cuando a un paciente se le aplican dos o más antibióticos y ya ha desarrollado tolerancia a uno de éstos, es muy probable que desarrolle resistencia al otro antibiótico.

En trabajos anteriores, el equipo encontró resultados similares en el laboratorio: que la lentitud en eliminar a las bacterias puede llevar a la resistencia, incluso que la bacteria podía seguir reproduciéndose en presencia del antibiótico.

Los investigadores analizaron la evolución de una cepa de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA, por sus siglas en inglés) en dos pacientes con una infección en la sangre que ya había durado más dos semanas y que estaban recibiendo antibióticos. A un paciente se le aplicó primero vancomicina y cuatro días después se le aplicó rifampicina. A partir del día 8 y hasta el día 14, la vancomicina fue reemplazada por daptomicina.

Al estudiar las bacterias en ese paciente, encontraron que las que ya habían desarrollado tolerancia a la vancomicina, la daptomicina las mataba muy lentamente. Además, la combinación de ambos medicamentos no fue más efectiva que un antibiótico solo.

“Creo que es un abordaje interesante porque la resistencia bacteriana se está incrementando cada vez más, y no hay forma de atacarla porque es parte de la evolución de las bacterias, virus, hongos…”, explicó Guadalupe Soto Estrada, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM. “Sería interesante ver cómo esta tolerancia puede modificar en algún momento la resistencia, ya sea que la aumente o la disminuya”.

La académica agregó que el estudio no es concluyente, que se debe averiguar si efectivamente la tolerancia está interactuando pero que es un paso más para reconocer o para identificar cuáles elementos participan en el desarrollo de la resistencia. “Es un estudio básico, inicial, y se necesitaría un ensayo clínico mucho más amplio para ver sus efectos en más pacientes, pero tiene muchas implicaciones”.

Aunque es un estudio pequeño, pone al descubierto la forma en la que los médicos consideran la combinación de antibióticos, que es muy grave.

“En México se utiliza mucho la combinación de antibióticos porque pensamos que estamos reforzando el tratamiento contra la infección; pero como se ve podría ser contraproducente. Además, su impacto económico es muy importante, porque en lugar de reducir el problema a los pacientes lo estaríamos aumentando”.

Es importante capacitar a nuestros médicos para que valoren si de verdad un paciente amerita que se le prescriba un antibiótico, porque si bien hay pacientes que evidentemente lo necesitan, hay que usarlos de manera eficiente.

“La Organización Mundial de la Salud recomienda sensibilizar al personal médico, y a los pacientes, de que no se deben usar ni tantos antibióticos ni para todo; tenemos que ser más selectivos, y eso es una cuestión de capacitación al personal de salud que está en contacto con los pacientes”, finalizó la académica universitaria.

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