Conducta anormal de animales en cautiverio

Gerardo López, experto de la FES Cuautitlán, considera necesario proteger a la fauna silvestre y evitar aniquilarla o comercializarla

Pueden presentar repetición de acciones, como desplazamiento u oral, muchos herbívoros manifiestan la segunda al lamer las cosas o salivar demasiado, entre otras.

La estereotipia es la actitud de un animal que se encuentra especialmente en refugios no adecuados por tiempo prolongado y que lo hace repetir un movimiento constantemente sin un aparente fin.

Gerardo López Islas, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, indicó que todos los animales tienen emociones, como miedo y coraje, y dependiendo de cada individuo es como las expresan. Particularmente los silvestres, cuando no están en condiciones adecuadas, desarrollan ciertos comportamientos anormales como la estereotipia.

“Esta actitud se observa más en especies silvestres, por ejemplo, los osos, que caminan bastante y al estar encerrados suelen hacerlo en círculos dentro del propio espacio. Ésta es una forma de manifestar una alteración, ya que cuando se liberan suelen tener esta misma conducta y quizá necesiten de terapia especial para romper la estereotipia o bajar su intensidad”, dijo.

Este proceder, agregó, es una adaptación que puede ser benéfica para ellos, pero a la vez indica a los cuidadores que algo están haciendo mal y deben modificarlo.

“Los etólogos, expertos que estudian el comportamiento animal en su medio natural, afirman que los que se encuentran en cautiverio y manifiestan estereotipia tienen menor nivel de estrés que aquellos que no, porque la actividad física saca la energía que el individuo acumula; pero también es una indicación de que tiene problemas al hacer un esfuerzo para adaptarse al medio ambiente. Y aunque llega a ser exitosa, si no recupera su libertad podría tener un problema crónico sin corrección”, alertó.

Explicó que esta repetición de acciones puede ser de desplazamiento u oral, muchos herbívoros manifiestan la segunda al lamer las cosas, salivar demasiado, masticar constantemente, morder objetos o hacer movimientos con su lengua para compensar la falta de ramoneo (forma de alimentación de plantas de alto crecimiento) que ocurre normalmente en su vida libre.

“Esta condición puede corregirse mediante procedimientos de enriquecimiento que pueden ser nutricionales o cognitivos, con el fin de mejorar su bienestar. Dependiendo de la especie se les puede ofrecer trucos para que las resuelvan y obtengan su alimento, o se les pone un acertijo para que estos estímulos hagan que el animal dedique su tiempo a ello y evite desarrollar estereotipias.”

Cuidados humanos

De acuerdo con el experto en fauna silvestre y etología, hay las que tienen que estar alojadas bajo cuidado humano por cuestiones de preservación, pues mediante la investigación se conoce más sobre ellas. Otro motivo es la educación del público, ya que está comprobado que las personas que conviven con un animal vivo aprenden lo maravilloso que es y aportan a su cuidado con la toma de decisiones amables.

“Una institución zoológica de investigación o de protección es muy distinta a un hogar donde viven familias, por lo que tener una especie silvestre como mascota no es adecuado. Hay gente que captura un animal desde cachorro, lo cuida, lo cría y después tiene problemas con él porque desarrolla ciertas conductas; por tanto, no es bueno para nadie conservarlo así”, sugirió.

Para que un animal alcance un grado aceptable de bienestar, subrayó que deben cubrirse muchos requisitos, como alojamiento adecuado, alimentación apropiada, disponibilidad de agua para beber, confort, temperatura idónea y libertad para desplazarse. Es importante que manifiesten su modo de ser natural y que no tengan problemas de salud para que alcancen su máxima longevidad.

“Todo este sistema de cautiverio permite que alcancen su nivel de bienestar; cuando existe alguna alteración hay que enriquecerlo para que tengan una vida integral. Por ello, los grupos que promueven el cuidado de las especies deben estar fundamentados en el conocimiento de la biología de cada una de éstas, ya que si algún animal por accidente se daña deben saber cómo tratarlo médicamente, cómo hacer para que pierda el miedo y acepte su ayuda para sobrevivir.”

Mencionó que cuando uno silvestre se lastima en el cuidado humano, se rehabilita físicamente y es fácil readaptarlo a su hábitat, porque tiene una experiencia previa y su desarrollo fue en total libertad; pero es un proceso lento de recuperación cuando el ejemplar nace en cautiverio y se desea liberarlo, pues dependiendo de la especie pueden no ser cazadores exitosos o deben aprender a ser sociales.

Conservación de la fauna

Para López Islas, lograr una mejor protección de la fauna silvestre es evitar aniquilarla, comercializarla y comprarla. Hay personas que venden animales como “exóticos”, pero en la medida en que se adquieran se fomentará más este negocio que es ilegal y que ocasiona un desequilibrio ambiental.

“Cacomixtles y tlacuaches son ejemplos de fauna silvestre que se deben conservar, porque cumplen una función esencial en el ecosistema urbano y otorgan beneficios a los humanos en el control de ciertas plagas. Todos los animales son parte de nuestro ambiente y, mientras más sepamos de ellos, tomaremos decisiones conscientes para respetarlos y dejarlos vivir”, aconsejó.

Manifestó que una manera de expresar consideración y cariño por ellos es disfrutarlos en su hábitat y no en jaulas, por lo que conocer la fauna local fortalece la relación entre los seres vivos que habitan el planeta e impedir lo que se vive en la actualidad, una pandemia por desconocimiento o abuso del entorno natural.

Para que alcancen un grado aceptable de bienestar deben cubrirse muchos requisitos, como alojamiento adecuado, alimentación apropiada, temperatura idónea y libertad para desplazarse.
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