Conmemoran el Día Internacional de la Luz

El propósito del DIL es la apreciación del rol de la luz en la vida de las personas y su importancia para alcanzar los objetivos de la Unesco: educación, igualdad y paz.

Con la conferencia magistral Ultraestructura de la Biodiversidad: Evolución bajo el microscopio, dictada por el profesor-investigador de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Luis Felipe Jiménez García, iniciaron en esta casa de estudios las actividades conmemorativas del Día Internacional de la Luz (DIL) que se celebra el 16 de mayo.

En el encuentro celebrado en Sala Multimedia del Pabellón Nacional de la Biodiversidad, el científico universitario reconocido por la Cátedra Unesco, Diplomacia y Patrimonio de las Ciencias, señaló que en el sistema de clasificación se utilizaba el ojo para caracterizar los organismos, posteriormente se añadió a este órgano el uso del microscopio, un sistema de observación que revela una mayor cantidad de información.

Indicó que esa diversidad biológica no solo se observará con los ojos a nivel macroscópico, sino que también veremos diversidad incluso a nivel submicroscópico.

El científico universitario indicó que el DIL se puede ligar con el uso del microscopio que, en vinculación con la luz se pueden utilizar microscopios, óptico o fotónico, como fuente permitirá observar más o menos.

El propósito de la charla del profesor de la Facultad de Ciencias, fue mostrar que la variabilidad biológica, la biodiversidad, no solo se observa a nivel macroscópico, es decir con la vista, sino también microscópico: “veo una planta con hojas, un animal con patas, pero existe una diferencias cuando se observa al microscopio el interior de las células, por ejemplo, un pedacito de hígado, al cual se le añade una preparación para ver cómo está el interior de éste y se puede observar toda una organización”.

Dijo que además de solo observar las células a través de microscopía, se puede visualizar qué hay en los organelos, con esta evidencia que se percibe, a través del microscopio electrónico, que también existe variación en estructuras pequeñitas y con ellas se puede visualizar en qué nos parecemos y diferenciamos los seres vivos, no solo a nivel macroscópico, también microscópico.

Lo que ahí encontramos es que sí existe parecido, pero también variaciones, eso nos permite hacer conjeturas o hipótesis; si nos asemejamos, nos permite conocer las relaciones entre grupos de organismos, eso en biología se llama parecido filogenético, lo que significa que compartimos caracteres con otros grupos de organismos, pero también nos diferenciamos a nivel micro y macroscópico señaló.

Desde su invención, en el microscopio se utilizaban muestras biológicas que podían observarse gracias a que había luz para ello, se veían más grandes o más pequeñas porque además de la luminosidad, se cuenta con una lente que la modula. Mientras que en un microscopio electrónico no se usa una lente de vidrio, pero sí una electromagnética y, en lugar de luz, electrones, cuya función es la misma, ambos pertenecen al espectro electromagnético y tienen una longitud de onda.

Explicó que el poder la longitud de onda con aparatos, nos permite que ésta sea más grande o más chica. Es decir, asociarla con un microscopio permite observar organismos cada vez más pequeños y comprenderlos a detalle, porque tenemos mucha información macroscópica, patas, manos, hígado, tejido sanguíneo con células sanguíneas, pero también organelos, mitocondrias, núcleos, etcétera, y en todos los momentos hay variación, y más allá tenemos moléculas que forman esas estructuras, esas moléculas.

Al inaugurar el encuentro, Ana María Cetto Kramis, investigadora del Instituto de Física de la UNAM y miembro del Comité Directivo Mundial de Ciencia Abierta de la Unesco, dio lectura al mensaje de la directora general de ese organismo internacional, Audrey Azoulay, con motivo de esta efeméride, en la que se “celebra las aplicaciones físicas, sociales y artísticas de la luz y tiene por objeto promover la mejora de los conocimientos en este ámbito”.

Sin luz, nuestro planeta no sería más que un espacio frío y desierto. De hecho, donde hay luz suele existir una vida abundante. Pero para la humanidad la luz es más que eso: está ligada al conocimiento, es un elemento que nos permite ver y comprender el mundo, una necesidad profundamente humana que trasciende todas las diferencias y va más allá de cualquier frontera, como demuestra el Centro Internacional de Radiaciones de Sincrotrón para Ciencias Experimentales y Aplicadas en Oriente Medio, auspiciado por la Unesco.

Este acelerador de partículas permite a los científicos de Oriente Medio, y de otros lugares, trabajar juntos para estudiar las propiedades de la luz y contribuir así al progreso de la humanidad.

Los festejos

El Día Internacional de la Luz fue proclamado en la 39ª Conferencia General de la Unesco, el 7 de noviembre de 2017 y su primera celebración tuvo lugar el 16 de mayo de 2018. El propósito del DIL es la apreciación del rol de la luz en la vida de las personas, en áreas de ciencia, cultura, educación y desarrollo sostenible, orientando la reflexión sobre la ciencia y la tecnología, el arte y la cultura, hacia su importancia para alcanzar los objetivos de la Unesco: educación, igualdad y paz.

El Comité organizador del DIL Nodo México 2023, que en esta ocasión incluye a investigadores de la Cátedra Unesco de Diplomacia y Patrimonio de la Ciencia y de la Facultad de Ciencias de la UNAM, dedica la celebración de este año a la microscopía como una herramienta de luz para explorar la biodiversidad.

Como parte de esta conmemoración, se anunció la colaboración entre la Cátedra Unesco de Diplomacia y Patrimonio de la Ciencia, el Instituto de Biología de la UNAM y dataMares, con el fin de visibilizar el patrimonio científico de la UNAM, constituido por microscopios históricos, imágenes, documentos y testimonios que conforman la memoria material y colectiva de la investigación del microcosmos y su biodiversidad desde México.

Asimismo, de mayo a junio, se realizarán dos ciclos de conferencias magistrales a cargo de investigadores nacionales e internacionales, a desarrollarse en el Pabellón Nacional de la Biodiversidad.

En el acto inaugural estuvieron también, por la UNAM, Daniel Barreto Oble, coordinador Museológico del Pabellón Nacional de la Biodiversidad, en representación de Susana Magallón Puebla, directora del Instituto de Biología de la UNAM, y Parsifal Islas Morales, coordinador General de la Cátedra Unesco, así como Catalina López, directora de dataMares, A.C., entre otros.

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