Contra el dogmatismo debe emplearse el conocimiento científico

También tiene que utilizarse para comprender la enorme cantidad de problemas sociales que aquejan a nuestro mundo: Patricia Dávila Aranda, secretaria de Desarrollo Institucional

Rosaura Ruiz, Patricia Dávila y Víctor Manuel Velázquez. Foto: Víctor Hugo Sánchez.

Nada de lo que pasa en la sociedad tiene que ser ajeno a los científicos y el conocimiento que generan debe emplearse para entender la enorme cantidad de problemas sociales que aquejan a nuestro mundo y para combatir cualquier forma de dogmatismo, afirmó Patricia Dávila Aranda, secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, al inaugurar el taller internacional Una triple hélice: metáfora, sociedad y la ciencia de la evolución. Un taller híbrido en memoria de Richard Lewontin.

En tanto, Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno de la Ciudad de México, aseveró, en la conferencia inaugural, que para el desarrollo de la ciencia es fundamental el libre pensamiento y la autonomía.

En el Auditorio Yelizcalli, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, y acompañada del director de esa entidad académica, Víctor Manuel Velázquez Aguilar, Dávila Aranda destacó el legado de Richard Lewontin, biólogo evolutivo que supo combinar su faceta como científico y su papel como activista social, quien denunció, por ejemplo, la insostenibilidad científica del concepto de razas humanas, señalando que era más un producto de la ideología y de las posiciones sociales, que un hecho de la naturaleza.

Para este renombrado intelectual, agregó, la ciencia y la sociedad no debían estar separadas, pues su distanciamiento es nocivo, ya que podría dar lugar a ignorar el origen de múltiples formas de injusticia, así como a perpetuar desigualdades que impregnan la historia entera de la humanidad.

La obra de Lewontin, prosiguió, siempre estuvo acorde con sus convicciones, que integran las cualidades tanto del investigador riguroso como del profundo crítico de la sociedad.

La obra de Richard Lewontin siempre estuvo acorde con sus convicciones, que integran las cualidades tanto del investigador riguroso como del profundo crítico de la sociedad.

Asimismo, subrayó que el científico se centró en señalar fallas en el entendimiento común con respecto a la relación entre los genes y las características observables de los seres vivos, así como el vínculo entre los organismos y su ambiente.

Expuso que lejos de ser ámbitos completamente separados, las características observables de los seres vivos no son un producto exclusivo de la genética, sino más bien, resultado de la relación entre genes, organismos y ambiente.

“De allí que, en lugar de hablar de la doble hélice, cuyo descubrimiento fue sin duda un hito en la historia del desarrollo de la biología molecular y de genética moderna, Lewontin nos habla de una triple hélice, capaz de vincular estos tres aspectos”, afirmó Dávila Aranda.

La funcionaria universitaria llamó a quienes se están formando como científicos a reflexionar acerca de las intrincadas relaciones que existen entre la ciencia y la sociedad, e invitó a quienes no tienen formación científica, a acercarse a la ciencia, conocerla y pensar en el papel que ésta debe tener en nuestras sociedades, así como al valor intrínseco del conocimiento científico.

“Un buen principio es entender y apreciar tanto las ideas como los productos de la investigación científica de un personaje tan fascinante como Lewontin”, comentó.

Temas sorprendentes

En tanto, Víctor Manuel Velázquez Aguilar señaló que los temas de investigación de Lewontin son sorprendentes y recalcó que fue de los primeros científicos que empezó a abordar el proceso de evolución no necesariamente desde la adaptación, sino como una interacción con el medio ambiente.

“Esa es una de las cosas que encantan. Les deseo que aprendan mucho y tengan muy buen taller”, señaló el director a los asistentes.

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