Contribuye la UNAM a la recuperación de los Códices de San Andrés Tetepilco

Colaboración de académicos de esta casa de estudios con el INAH

José Luis Ruvalcaba, María Castañeda de la Paz y Michel Oudijk. Foto: Víctor Hugo Sánchez.

Como parte de un esfuerzo institucional por rescatar el patrimonio histórico de nuestro país, autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en colaboración con investigadores y especialistas de la UNAM presentaron los llamados Códices de San Andrés Tetepilco, en los cuales se plasma parte de la historia de México-Tenochtitlan.

Se trata de tres nuevos documentos pictográficos de gran valor histórico, que se recuperaron tras haber permanecido ocultos en posesión de una familia originaria y que fueron elaborados a finales del siglo XVI y principios del XVII bajo la tradicional escritura indígena por auténticos tlacuilos (escribanos o dibujantes indígenas de la época prehispánica), residentes del pueblo de San Andrés Tetepilco en Iztapalapa.

En conferencia de prensa, el director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia del INAH, Baltazar Brito Guadarrama, comentó que de los tres documentos recuperados hay uno en particular que destaca por sus dimensiones, factura y contenido.

“A este documento lo hemos denominado ‘Tira de Tetepilco’, en virtud de que se trata de un biombo que tiene la particularidad de que en él la historia fue plasmada con pictografías sumamente coloridas, mismas que discursivamente narran la historia de Tenochtitlan a través de cuatro temas principales: la fundación de la ciudad; registro de los tlatoques o señores que la gobernaron en tiempos prehispánicos; la llegada de los conquistadores españoles en 1519, y finalmente el periodo virreinal hasta 1611.”

Al respecto la investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, María Castañeda de la Paz, indicó que se trata de una serie de documentos extraordinarios en los que destaca la calidad de las tiras en las que se busca narrar la historia de la fundación de Tenochtitlan.

“Una de esas láminas es muy significativa ya que describe con toda claridad el momento de la fundación de Tenochtitlan que se ilustra con una escena en donde se observa la piedra sobre las aguas del lago de Texcoco en la que crece un nopal encima del cual posa el dios Huitzilopochtli, el dios colibrí, que aparece ya convertido en águila y sosteniendo en una de sus garras a una serpiente. Alrededor de esta imagen se muestra una serie de personajes que suelen estar presentes en muchos documentos como los fundadores de Tenochtitlan.”

Agregó que los Códices de San Andrés Tetepilco tienen una gran maestría técnica y se percibe que el pintor fue una persona que se movía fácilmente entre los dos mundos; toda vez que a la población indígena la representa dentro de los cánones prehispánicos, mientras que cuando aparecen los españoles intenta dar movimiento a las figuras y las muestra de tres cuartos, de frente flexionando la rodilla. “Vemos que es un gran artista o un maestro en el arte de pintar”.

En su oportunidad el investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, Michel Oudijk, explicó que los otros dos documentos de esta colección abordan algunos rasgos del pasado de esta región ubicada en la actual Ciudad de México, particularmente sobre la fundación de este pueblo originario, además del inventario de los bienes de su iglesia.

“Aunque el documento sobre un inventario de una iglesia pudiera parecer poco interesante, se trata del único registro pictográfico que tenemos, no hay nada similar en ningún documento. Conocemos inventarios alfabéticos de las iglesias, pero no pictográficos, entonces realmente es algo único e increíble”, enfatizó.

Sobre la importancia histórica que tienen los Códices, el investigador de la Dirección de Etnohistoria del INAH, Rafael Tena Martínez, dijo que desde la época prehispánica los indígenas tuvieron la capacidad de conservar su memoria histórica y lo hicieron mediante los que ahora se conocen como códices o documentos pictográficos, que se realizaron sobre papel de amate o pieles de venado, de los cuales una buena parte se perdieron debido a una especie de persecución, por descuido o por el simple paso del tiempo.

Para su mejor resguardo los Códices de San Andrés Tetepilco han sido integrados a la colección de Manuscritos Pictográficos de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, la cual desde 1997 forma parte del programa Memoria del Mundo de la UNESCO. Los investigadores seguirán realizando sus estudios sobre estos documentos, y se espera que en fecha próxima puedan ser exhibidos al público.

En la conferencia de prensa también participaron el investigador del Instituto de Física de la UNAM y coordinador de Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y la Conservación del Patrimonio Cultural, José Luis Ruvalcaba, y la presidenta del Patronato del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Altagracia Gómez Sierra.

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