Detrás de un poder en circulación, hay un saber que lo sostiene

El sexismo, el racismo y cualquier forma de desigualdad son teorías de la academia y la investigación en las que está presente esta situación, afirmó Paulo Ravecca en el CEIICH de la UNAM

Al despolitizar el conocimiento se justifica el statu quo de la ciencia.

El estudio, la reflexión y la investigación son actividades humanas, y en ellas hay relaciones de poder. La producción de conocimiento no es excepción, hasta el lenguaje que usamos para nombrar las cosas viene dado socialmente, afirmó Paulo Ravecca, doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad de la República en Uruguay.

“Cuando hay un poder en circulación, existe un saber que lo sostiene, que lo conduce. Y estoy pensando en cualquier tipo: en el que se ejerce en el hogar o en la política global; puntos que además están conectados”, señaló.

Más que una intersección entre conocimiento y poder, existe un vínculo de interioridad. “Mirar esta relación íntima, permite entender mejor a ambos”, agregó.

Invitado al Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, Ravecca ofreció la conferencia Política y subjetividad en la investigación científica. El evento híbrido contó con la moderación de Paola Vázquez Almanza, del CEIICH.

“Politizar el saber es la única forma de entenderlo. Porque el sexismo, el racismo y cualquier forma de desigualdad son teorías también o se manifiestan en teorías de la academia y la investigación”, comentó el especialista.

Para Paulo Ravecca, la totalización del principio de objetividad científica, a la cual estamos tan habituados, nos impide ver el mundo de conexiones entre los poderes y los saberes. “Esta posición, que es prestigiosa para las ciencias sociales, es profundamente política. Porque al despolitizar el conocimiento se justifica el statu quo de la ciencia”, sostuvo.

El autor consideró que la condición de las ciencias sociales es conflictiva, pues se desarrolla entre la subjetividad y el rigor.

En su libro The politics of the political science: re-writing Latin American experiences, de cuyos capítulos extrajo la conferencia, el también doctor en Ciencia Política por la Universidad de York en Canadá analiza el desarrollo de la disciplina en América, centrándose particularmente en los casos de Chile y Uruguay.

Usando diversas metodologías, desde herramientas cuantitativas hasta la autoetnografía (un enfoque de investigación y escritura que busca describir y analizar la experiencia personal para comprender la cultural), incluyendo entrevistas y observación en terreno, el texto estudia la producción politológica en periodos democráticos y dictatoriales, discute la relación entre la ciencia política y el poder, y también ahonda en los roles de dominación y abuso en relaciones disciplinarias e interpersonales. Cada capítulo utiliza distintas metodologías lo que, según aclara el autor en el texto, se explica por su “concepción pluralista de la ciencia social”.

“Éste es un libro que, paradojalmente, celebra la ciencia política como un espacio donde se puede crear”, aseveró Ravecca.

El autor consideró que la subjetividad puede ser una plataforma sólida y firme para reflexionar sobre el poder en la academia, de la academia y sobre la academia. “Quizá la intimidad sea menos frágil que el blindaje objetivista. Debemos meditar cómo se puede combinar vulnerabilidad y rigor”, finalizó.

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