Día de lucha y activación física

Circuito de reflexión y ejercicio en Las Islas en el marco del Día Internacional de la Mujer

Foto: Fredy Pastrana.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo se llevó a cabo el evento Actívate el 8M, organizado por la Dirección General del Deporte Universitario (DGDU), con el fin de visibilizar la participación de las mujeres en la actividad física.

Alumnas, alumnos, trabajadoras, trabajadores, exalumnas, exalumnos y público en general se reunieron durante más de tres horas en Las Islas de Ciudad Universitaria. La activación consistió en un circuito conformado por ocho estaciones, y cada participante contó con un pasaporte que le fue marcado al inicio del recorrido. Quien lograra completar las ocho pruebas se hacía acreedor a un distintivo por su esfuerzo.

“La importancia es recordar la lucha histórica por los derechos de las mujeres, eso fue lo que permitió que en esta época podamos hacer actividad física y deporte. Si nos remontamos al pasado, las mujeres no podían hacer estas actividades. Hoy podemos ocupar estos espacios y es importante recordar que no ha sido un camino fácil”, comentó Ana Laura Valdez Espinoza, integrante de la Comisión para la Igualdad de Género de la DGDU y presidenta de la Asociación de Yoga de la UNAM.

Las ocho estaciones de activación física se llenaron de diferentes generaciones de mujeres, desde jóvenes de 15 años hasta adultas mayores, las cuales participaron en diversos ejercicios como yoga, destreza, entrenamiento funcional Puma Fit, baile, defensa personal, asesoría de nutrición, tai chi y flexo elasticidad.

“Sentimos la energía de celebrar que podemos hacer lo que queramos con nuestro cuerpo en el ejercicio y el deporte. La verdad sí me gustó; además, sirvió para decir a la comunidad que tenemos varias actividades en la UNAM. En cada estación se daba el horario en que se imparte la actividad en turno y la gente se mostraba interesada”, resumió Sakura Grecia Ramos, alumna de la Facultad de Ciencias, atleta del equipo representativo de voleibol de playa de la UNAM y practicante de yoga.

“Muchas personas nunca habían hecho yoga o tai chi, y parecía que era muy difícil terminar las ocho estaciones, pero el reto las motivó a seguir activándose. Todas tenían una sonrisa en su rostro por haber invertido algo de tiempo en su salud física, pero también en la emocional, ya que estas actividades físicas aminoran la ansiedad y generan un beneficio psicoemocional para todos los que las practican”, finalizó Ana Laura Valdez.

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