El amor compasivo tiene como detonante la empatía

Este sentimiento nos hace valorar y tener un compromiso emocional con el otro

Durante la charla “Facilitadores del amor compasivo en pareja”, ofrecida en el marco del 50 aniversario de la Facultad de Psicología, Rozzana Sánchez Aragón, académica e investigadora de esta entidad universitaria, explicó que la naturaleza humana cuenta con fortalezas personales consideradas recursos o facilitadores que reconocemos como cualidades en las personas y que hacen posible que nos ajustemos, adaptemos y logremos el bienestar ya sea mutuo o personal.

Entre ellas está el amor compasivo que abarca todas las actitudes relacionadas con dar al otro desde nosotros; es una elección libre, un entendimiento preciso de las necesidades y sentimientos de la otra persona, que nos hace valorar al otro a un nivel fundamental, ser más abiertos, receptivos y tener un compromiso emocional con el otro.

Esto tiene como detonante “la empatía, que va a permitirle a alguien conectarse con el sentimiento y el sufrimiento de otros y poder inferir qué le sucede, para entonces ayudar y brindar confort. En consecuencia, la empatía será un precursor, pero no es lo mismo que el amor compasivo, sino que sólo ayuda a que esto funcione, así la compasión será más intensa cuando la persona que sufre es mucho más importante para nosotros”, precisó.

Se sabe, dijo, que en el contexto de la pareja, ambos tienen un vínculo cercano no parecido a ningún otro, ya que involucra la conexión y sincronización de vidas, en la pareja el amor compasivo es fundamental para la relación, pero ha sido ensombrecido por la atención que recibe el amor romántico.

Esto se debe a que el amor compasivo implica un sentimiento basado en la generosidad y la ausencia de egoísmo, donde la pareja es valorada sin tomar en cuenta los costos para el yo, y proveyendo de un sentido de felicidad y realización a quien da.

La investigadora explicó que existe evidencia de que ayudar a las personas a desarrollar compasión por ellos mismos y por los otros puede aliviar significativamente una amplia gama de problemas de salud mental, pues este sentimiento asegura la conexión con los otros, mejora las funciones corporales y acelera la recuperación de la enfermedad.

Detalló que este resultado sugiere que una relación de más de 13 años implica continuidad y que la pareja ya ha experimentado altas y bajas, cuenta con el apoyo de sus familias y ha aprendido a no engancharse fácilmente en eventos desencadenadores de emoción, por lo que suele resolver los problemas de mejor manera.

La académica precisó que el amor compasivo se comprende gracias a fortalezas como la resiliencia, las estrategias de regulación emocional, el optimismo y el bienestar subjetivo y si bien algunas han sido estudiadas en relación con el amor compasivo, hasta ahora no habían sido explorados todos estos valores en parejas mexicanas, ni todas las variables en una sola investigación.

Por ello, Sánchez Aragón y su equipo analizaron estos valores en 200 parejas heterosexuales de Ciudad México, de entre 18 y 64 años de edad, las cuales tenían entre cinco meses y 38 años unidas, y los resultados revelaron también que aquellas que tienen menos de 13 años de relación presentan más amor compasivo, y más actividades altruistas respecto a las que tienen más tiempo.

“Podemos confirmar que las fortalezas personales son aspectos facilitadores que contribuyen de manera significativa en el amor compasivo: hablamos aquí de su capacidad de resiliencia, su eficacia en el uso de las estrategias de regulación emocional, con mayor optimismo y un sentimiento de bienestar subjetivo”, detalló la experta en psicología social.

Agregó que también parece que dichas capacidades se relacionan más con el sacrificio, pero no con el apoyo cotidiano, a lo cual se suma el nivel educativo que también contribuye al enriquecimiento de esos recursos, ofreciendo herramientas cognitivas y emocionales entre mayor es el nivel de estudios.

Además, los expertos se preguntaron qué ocurre cuando se presenta un problema de salud, por lo que también se trabajó con 200 parejas en las que alguno de los miembros tiene diabetes; 200 donde alguno padece cardiopatía, y 200 en las que uno de los dos tiene cáncer.

Lo que se encontró es que quienes sienten más apoyo son los pacientes con cáncer, pero también son los más negativos, menos prósperos, además de tener menor satisfacción con la vida, en comparación con aquellos que tienen un problema cardiovascular o diabetes.

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