Los matrimonios decrecen, los divorcios aumentan

El amor y la amistad en tiempos sociodigitales

El confinamiento puede ayudar a reforzar vínculos afectivos y familiares

En el contexto del Día del Amor y la Amistad, Alejandra Macías Estrella, catedrática de la Facultad de Derecho, expresa que el amor es un compromiso en el cual dos personas de común acuerdo y en forma libre manifiestan que quieren estar juntas basadas sobre todo en el respeto, la ayuda mutua y en la sana convivencia.

Refiere que hay varias uniones de pareja dentro de nuestro estado de derecho, y según la forma en que deciden vivir su relación es como las conoceremos tanto social como jurídicamente, llámese matrimonio, concubinato o sociedad en convivencia. A partir de 2009 se estableció en México un nuevo concepto jurídico de matrimonio, que permite la unión de personas del mismo o de diferente sexo.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reporta que en el año 2000 hubo 707 mil 422 matrimonios, mientras que en 2019, 504 mil 923; es decir, los casamientos disminuyeron en los últimos años.

En comparación, los divorcios se incrementaron. De acuerdo con datos del mismo Inegi, en 2000 hubo 52 mil 358, y posteriormente, en 2019, 160 mil 107. Al respecto, la jurista comenta que -derivado del confinamiento- las principales razones de las separaciones pueden ser de índole económica y, particularmente, violencia familiar.

Macías Estrella define esta última como un acto u omisión intencional dirigido a dominar, someter, controlar o agredir física, verbal, psicoemocional o sexualmente, que tiene por efecto hacer daño, violentar o menoscabar la autoestima. Dentro de un núcleo familiar, un padre o madre puede corregir a sus hijos con la intención de no dañar, pero cuando la violencia hacia la pareja o los hijos se sale de control puede ser motivo suficiente para influir en el ánimo de separarse, siendo una de las causas principales en el aumento de divorcios.

“Hay quienes piensan que el divorcio es malo, porque significa un fracaso en la vida amorosa o porque a las parejas jóvenes se les hace fácil tomar esta opción al primer desacuerdo. Pero los abogados lo sugerimos como última salida, si es que no pueden solucionarse los conflictos”, precisó.

La especialista enfatiza que es indispensable estar conscientes del compromiso que se adquirió una vez que se toma la decisión de compartir la vida con una persona para formar una familia, sabemos que habrá problemas y diferencias; no obstante, juntos, con base en el respeto, se pueden resolver.

En caso de conflicto, Alejandra Macías aconseja a las parejas recordar el amor inicial en su noviazgo, el momento en que se enamoraron y lo que hicieron para vincularse, aspectos que podrían ayudar a ver las cosas muy distintas en la relación.

“Algo igual de esencial es que ambos padres sigan ofreciéndoles el cariño, respaldo y seguridad a sus hijos, porque muchas veces las parejas son egoístas y dejan de lado los derechos de los niños. No olvidemos que una persona puede ser pésima pareja, pero eso no significa que no pueda ser un excelente padre o madre”, asevera.

Reforzar relaciones afectivas

Para Rolando Díaz Loving, académico de la Facultad de Psicología, más que preocuparnos por un día (14 de febrero) debemos dedicarnos a conformar relaciones duraderas positivas, constructivas y emocionantes el resto de los 364 días del año.

“Vivir en confinamiento estos últimos meses ha sido un gran desafío para todos, ya que algo fundamental en la vida es poder interactuar con otros seres humanos. Investigaciones que he realizado afirman que para los mexicanos lo más importante es el estilo de la comunicación; es decir, cómo se dicen las cosas dejando de lado hablar sobre los gustos, deseos, necesidades o intereses de cada quien.”

Menciona que la época en la que antes se acostumbraba a cortejar a una persona, el tiempo que tardaban en llegar las cartas de amor o los acuerdos matrimoniales ya pasó; lo que hoy en día gobierna es la inmediatez, con la aparición de las redes sociodigitales la vida se mueve a una mayor velocidad y, sobre todo, se presenta ansiedad y enojo cuando alguien no recibe de inmediato un mensaje.

Incluso, señala que la aparición de nuevas prácticas para alentar la sensualidad y el erotismo se hacen visibles en medios digitales, como el sexting (envío de mensajes con contenido sexual); los grupos más vulnerables son niños y adolescentes.

Sentarse a conversar

A pesar del uso de nuevas tecnologías digitales para comunicarse, Díaz Loving destaca que siempre será bueno sentarse y conversar para conocer más a la otra persona; hay acuerdos que son implícitos, pero también hay temas en los que se creía que el otro pensaba lo mismo y no es así.

Apunta que la pandemia puede servir para reencontrarse a sí mismo, con la pareja, incluso con la familia mediante el buen humor y la comunicación. Sugiere buscar actividades que se puedan compartir, como leer información novedosa y valiosa para platicar en la mesa, tomar clases conjuntas de algún tema de interés común, hacer un crucigrama, practicar los juegos de mesa, e incluso repartir tareas domésticas.

El universitario asienta que en las relaciones de pareja se presentan diversos conflictos que modifican la dinámica, como puede ser el factor económico, espacio, muestras de afecto, incluso cuestiones de sexualidad; sin embargo, estas situaciones pueden disminuir cuando se restablecen las reglas para dejar de pensar que el otro es el enemigo.

Un asunto primordial que debe atenderse es cuando las personas sienten ansiedad o preocupación, ya que transmiten esas emociones a quienes tienen más cerca. En ese sentido, la búsqueda de herramientas que permitan tener y construir relaciones más armoniosas ayudará a lograr una visión positiva de la convivencia.

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