Reflexión sobre el espacio como constante transformación

EL CENTRO DE LAS FORMAS, UN MURAL ABSTRACTO

El centro de las formas, Manuel Felguérez (1977). Detalles. Fotos: cortesía AFMT / IIE / UNAM.

A 100 años del nacimiento del moderno movimiento de pintura mural, inaugurado en la Escuela Nacional Preparatoria, puede decirse que el muralismo mexicano no permaneció estático, éste continúa y se ha multiplicado. Es común observar en las ciudades y los pueblos una abundante producción de murales, la mayoría con temas históricos que siguen un cartabón. También, en ocasiones, puede verse una reconfiguración de signos políticos como lo son las paredes pintadas por el movimiento zapatista.

Ciudad Universitaria tiene una larga y compleja historia en relación con la pintura mural, además de trabajos en mosaico, relieves y escultopinturas integrados a la arquitectura. En este proyecto han participado desde su fundación distintas generaciones de artistas que han renovado las tradiciones del muralismo. En 1977 Manuel Felguérez realizó El centro de las formas que se encuentra en el Auditorio Mario de La Cueva en la Torre II de Humanidades. Este mural forma parte del nuevo rumbo que tomaron las artes en la década de los años 70 del siglo pasado en la UNAM con una obra emblemática de lo que puede ser un arte público monumental, conocida como El Espacio Escultórico. En la concepción de esta obra participaron seis escultores: Mathias Goeritz, Helen Escobedo, Sebastián, Hersúa, Federico Silva y Manuel Felguérez, quienes también tuvieron la posibilidad de realizar esculturas individuales. En aquella ocasión, Felguérez haría una obra que nombró La llave de Kepler, una escultura de formas geométricas que se destaca por tener un centro, un equilibrio y un orden. ¿Por qué habría de interesarse el escultor por un astrónomo que vivió entre fines del siglo XVI y principios del XVII? Kepler diseñaría un diagrama del cosmos compuesto por cinco figuras inspiradas en el mecanismo del reloj como una fuerza que le hizo pensar en el movimiento de los planetas. La escultura del artista dedicada al astrónomo está formada por semicírculos, círculos, rombos, rectángulos y triángulos, que, según su autor, hacen pensar “que la escultura sí podría tener el sentido de prefigurar el universo en todas sus relaciones de tensiones, pesos, fuerzas”. El centro de las formas procede de su reflexión sobre Kepler, pero también de su renovador trabajo conocido como El Espacio Múltiple, donde cada forma da lugar a otra forma, y de la que emergen numerosas combinaciones. Estos trabajos no tienen un sentido meramente formal, se trata de una reflexión sobre el espacio como constante transformación. Esta idea le llevó a interesarse por la computadora, en aquel entonces una nueva tecnología capaz de programar las infinitas posibilidades de las formas y los colores por el medio de una máquina.

Manuel Felguérez. Foto: INBAL.

Felguérez ya había mostrado a inicios de los años 70 un visible interés por realizar obra mural en y fuera de espacios oficiales; trabajó en cines, fábricas, balnearios, ferias etcétera, utilizando distintas técnicas y materiales como es el caso de Mural de hierro (1961), en el que usó material de desecho obtenido en un taller mecánico. En el caso de Canto al océano (1964), un mural de 100 metros, hoy desaparecido, utilizó conchas de ostión, abulón y nácar. Se calcula que realizó más de 40 murales en esta década. Estas obras parten de su práctica como escultor, muchos de ellos son relieves y tiene en común con David Alfaro Siqueiros el interés por la escultopintura, característica que está presente en el mural El centro de las formas. Hemos planteado los antecedentes que llevaron al artista a proponer esta obra que por su tamaño y sus formas abstracto-geométricas plantea problemas acerca de la naturaleza de lo que puede definirse como un mural, problemática que en su tiempo interesó a Siqueiros y que manifestó en sus diversas publicaciones: ¿qué es un mural? En ello está involucrado el cómo proponer un arte de interés público que pueda colaborar a una mayor consciencia de los problemas sociales y sirvan a la transformación del individuo. Sin embargo, un mural tiene otras funciones que involucran el poder de representación de una institución o una idea sobre la sociedad que en ocasiones está teñida de ideología y de una particular estética. Desde el punto de vista de la efectividad de lo representado mucho influye el sitio y el consiguiente acoplamiento a la arquitectura. Siqueiros buscó rebasar el plano pictórico para dialogar con el espacio arquitectónico, en esa búsqueda hay un encuentro con la obra de Felguérez.

El movimiento de pintura mural en México entre los años 20 y 50 privilegió distintas formas de realismo intervenidos por las vanguardias. Esto, con el fin de resolver la problemática del espacio y de la forma sin por ello abandonar el parecido con personajes históricos. Los actores que afloran en los murales parecieran enredados en la trama de lo alegórico y esto permite narraciones de complejidad simbólica.

No todos los murales son monumentales ni tampoco todos los que hacen murales trabajan en forma directa la pintura sobre el muro. Rivera y Siqueiros realizaron murales transportables de menores dimensiones que, dependiendo de su lugar de exhibición y sus contenidos, seguían siendo públicos. El caso de El centro de las formas (2.030 X 5.040 X 0.20 m) funciona como una propuesta abstracta de tamaño regular en la que se debaten ideas sobre la naturaleza del espacio. Para Felguérez, quien tenía pasión por la abstracción, era necesario hacer una contrapropuesta en la que las formas geométricas no tuvieran una función decorativa sino, al contrario, y, desde el punto de vista del artista, fuesen materia de una reflexión sobre el sentido de las formas. Fue en el ámbito universitario donde Felguérez pudo realizar un proyecto que convocara a pensar más a fondo sobre el espacio en términos abstractos y universales y no necesariamente hacer pintura mural desde la narración, la alegoría o la historia.

La llave de Kepler. Foto: cortesía Diego Alquicira / AFMT / IIE / UNAM.
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