El embajador de México reconoce a la sede de la UNAM en Canadá

Otawa.– El pasado viernes 3 de junio, el embajador de México en Canadá, Juan José Gómez Camacho, efectuó una visita de despedida a la sede UNAM-Canadá en la que hizo un amplio reconocimiento al papel que ha desempeñado esta entidad en el mundo cultural local. Para el diplomático, la Embajada de México en este país se ha apoyado tanto en la dependencia como la sede de la Universidad Nacional en aquélla. Destacó su visión, compartida por la UNAM-Canadá, de que nuestras instituciones deben promover localmente una visión de México que, sin dejar de lado la riqueza ambiental, el legado prehispánico, o nuestro riquísimo folclore, vaya más allá, presentando a la comunidad canadiense un país cultural y científicamente potente. La UNAM, destacó, está abocada a promover esa imagen.

Convencido de que la riqueza de las naciones la constituyen sus juventudes, resaltó la labor que ha realizado la Universidad Nacional en la formación de ese capital humano de nuestro país. En su visita, realizada por iniciativa personal y que refleja el cariño que siente el embajador por la UNAM, mencionó que él ha sido testigo del entusiasmo de los estudiantes mexicanos y de Latinoamérica que acuden a la sede, sin duda una referencia al programa PUMA, que tiene lugar en verano e invierno y permite a quienes lo toman aprender inglés y francés, así como sobre la cultura canadiense. Finalmente, el diplomático invitó a la UNAM-Canadá a seguir colaborando con la embajada y con los consulados de México en ese país, al tiempo que ofreció transmitir a quien lo suceda la necesidad de apoyarse y de respaldar a la sede en las labores comunes.

Habló del asombro que causa entre quienes no la conocen enterarse de las dimensiones de la Universidad Nacional, como ocurrió en 2019 cuando visitó la UNAM-Canadá Anthony Rota, principal orador de la Casa de los Comunes del Parlamento Canadiense, tras haber visto el video que la Coordinación de Relaciones y Asuntos Internacionales ha preparado para presentar la UNAM –su talla, la cantidad y diversidad de sus estudiantes, sus institutos y centros de investigación, actividades artísticas y culturales, etcétera– ante públicos nacionales y extranjeros.

Luego de señalar que su renuncia tanto al cargo como al Servicio Exterior Mexicano está motivada por la necesidad de explorar otros cauces profesionales –ahora como académico en Universidad de Johns Hopkins–, y tras congratularse porque esto le da la oportunidad de que le paguen por pensar y por platicar con personas jóvenes a quienes podrá transmitirles algo de sus experiencias, invitó a la comunidad de la sede, que por primera vez en dos años incluía a estudiantes –seis becarias de su programa de prácticas profesionales–, a no olvidar el valor que significa representar a la UNAM y a México, y a no perder nunca la curiosidad intelectual.