El Necaxa, un rayo que no cesa

Exposición de periódicos y revistas que dan cuenta de la historia de uno de los equipos de futbol de más larga historia en el país

En el conversatorio participó uno de los legendarios: Mario Pichojos Pérez. Fotos: Francisco Parra.
Esta vez las voces llegaron tan rápido como la luz. Son las evocaciones, remembranzas y testimonios de los Rayos; del simbolismo de los deportistas y la afición de uno de los equipos de futbol con más larga data en el país: el Necaxa.

Nakaksan: centenario del campeonísimo (1923-2023) es una exposición de medio centenar de periódicos y revistas que se complementa con imágenes de otros acervos, como el Archivo Casasola de la Fototeca Nacional y algunas colecciones privadas, además de trofeos, preseas, diplomas y otros objetos expuestos en la Sala de Consulta del tercer piso de la Hemeroteca Nacional de México (HNM), del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB). La curaduría fue encabezada por Sidharta Yair Manzano Valenzuela, técnico académico de la HNM.

En la inauguración –ante aficionados y exjugadores de dicho club como Mario Pichojos Pérez, Ricardo Peláez y Gerardo Esquivel–, Pablo Mora Pérez-Tejada, director del IIB, expuso que a inicios del siglo XX el futbol en México era un deporte en etapa amateur, por lo que la mayor parte de las ligas y equipos estaban relacionados con centros de trabajo.

Uno de esos ejemplos fue la compañía The Mexican Light and Power, fundada en Puebla, en 1902. “En 1922 su equipo fue invitado a participar en la Liga Mexicana Mayor, por lo que la empresa buscó un nombre que los identificara, así llegaron a Necaxa, del totonaco nakaksan: ‘lugar del ruido’ o ‘ruido del agua’, uno de los principales ríos de Puebla”.

Dalmacio Rodríguez Hernández, titular de la HNM, relató que fue un grupo de aficionados necaxistas el que solicitó la ayuda de la Hemeroteca para hacer una exposición que conmemorara el centenario del club deportivo. “Nos entusiasmó y aceptamos la propuesta; con esta colaboración cumplimos nuestra misión de acercar al público a lo que es su propio patrimonio cultural. Esta exposición se debe a la iniciativa de los seguidores del Necaxa y su entusiasmo contagió al personal de la propia instancia universitaria”.

Rodríguez Hernández reveló que el deporte es una de las líneas de investigación más consultadas en las áreas de servicio de la Hemeroteca.

Entre brujos y cuchillos

En una de las más de 10 vitrinas que contienen parte de la exposición luce el máximo galardón internacional del equipo: el diploma de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), firmado por Joseph Blatter, que acredita a los Rayos del Necaxa con el tercer lugar en el Mundial de Clubes del año 2000, cuando dieron cuenta del Real Madrid en tanda de tiros de penales, en el mítico estadio Maracaná de Brasil.

Se encuentra también el registro periodístico con fecha del 21 de octubre de 1923 cuando se inauguró el campeonato mexicano con cuatro equipos: Sonora, México, Necaxa y Asturias, y en su primer partido disputado los Rayos perdieron 2-0 ante esa última escuadra.

Tiempo después, en una nota fechada el 7 de junio de 1926, se lee en el periódico El Universal: “La oncena Necaxa ganó la copa de Foot-Bal”; en otros rincones de la exposición se aprecian imágenes del Campeonísimo, el 20 de diciembre de 1933 en Futbol: Semanario Especialista; o antes, el 4 de junio de 1933 cuando el Magazine de Luz y Fuerza y Tranvías elogia a su equipo por conseguir su primer título de Liga contra el Atlante por 9 goles a 0.

Hay también uniformes, boletos, banderines, medallas, “trapos” y evocaciones a connotados jugadores que van desde Horacio Casarín, Ernesto Brujo Pauler, Luis Pichojos Pérez, hasta Alex Aguinaga, Nicolás Navarro, Alberto García Aspe, Ivo Basay o Efraín Cuchillo Herrera, entre otros.

Previo a la puesta en marcha de la exposición, se realizó un conversatorio en el Auditorio José María Vigil, en el que Mario Pichojos Pérez, Ricardo Peláez y Gerardo Esquivel, moderados por el periodista Ricardo Salazar, rememoraron cada una de las etapas de los ahora conocidos como “Hidrorrayos”, por jugar en Aguascalientes.

“Este es el verdadero festejo del centenario de nuestro equipo”, dijo un aficionado, quien detonó el aplauso generalizado y convirtió por unos minutos las butacas del auditorio en gradas.

La exposición estará abierta al público hasta concluir el presente año.

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