El papa Francisco limita el poderío del Opus Dei

La institución tendrá ahora ciertos límites como reportar sus finanzas y la educación que ofrece a sus sacerdotes, dijo Fernando Manuel González, del IIS

Estatua de José María Escrivá, en Roma, Italia.
Una de las congregaciones más conservadoras, poderosas y globales de la Iglesia católica es el Opus Dei (en latín Obra de Dios), que tiene una condición de excepción al ser una prelatura apostólica, es decir, una jurisdicción de alcance mundial que no rinde cuentas al obispo del territorio en el que se encuentra su sede, sino directamente al papa.

Debido a una reforma que el papa Francisco realizó el 4 de agosto de este 2022, la institución, que oficialmente se llama Prelatura de la Santa Cruz y del Opus Dei, tendrá ahora ciertos límites como reportar sus finanzas y la educación que ofrece a sus sacerdotes, además de que su líder ya no es obispo, por lo que no podrá ordenar sacerdotes de su propio grupo, explicó Fernando Manuel González González, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS).

Esta condición de excepción ha hecho del Opus Dei una “supradiócesis”, que obtuvo su condición de privilegio con el papa Juan Pablo II, quien tenía una gran debilidad por ese grupo religioso, y enfrenta ahora ciertos límites del papa Francisco, proveniente de otra rama ideológica, narró el autor del libro Marcial Maciel. Los Legionarios de Cristo: testimonios y documentos inéditos (Editorial Tusquets).

“Francisco es el primer papa de origen jesuita y de una ideología identificada dentro de la Iglesia católica como de izquierda, y ahora le marca al grupo conservador límites para acotar su poder paralelo dentro de la curia”, comentó.

Fundado en 1928 en España por el sacerdote español José María Escrivá de Balaguer (quien aspiró a ser marqués), el Opus Dei se ha expandido a por lo menos 50 países y llegó al nuestro en 1949, siempre ligado a las redes de poder eclesiástico, señaló el especialista.

“El Opus Dei es una organización que tiene sacerdotes y lo que llaman numerarios, que es gente consagrada a la obra, mujeres que les sirven a hombres sacerdotes en sus casas. Algunas de ellas tienen licenciaturas y doctorados, pero una de sus funciones fundamentales es servir a los hombres en las diferentes comunidades. También tienen a los supernumerarios, que son personas casadas, parejas que sirven a la obra”, explicó.

“Es un homenaje al patriarcado, reforzado por el patriarcado eclesiástico de la Iglesia católica. Se apoyó con el nacional catolicismo de Francisco Franco en España y también respaldó a Augusto Pinochet en Chile. Es una institución muy conservadora”, comentó.

González González detalló que la reforma que hizo el papa Francisco en un texto llamado “Para tutelar el carisma” pone límites que no tenía el Opus Dei, y que lo hacían una congregación religiosa diferente a todas las demás.

La diferencia, instituida por el papa Juan Pablo II, es esta condición de prelatura apostólica, es decir, una institución eclesiástica regida por un prelado cuya jurisdicción no está vinculada a un territorio determinado.

“Es la única de todas las congregaciones católicas (Jesuitas, Dominicos, incluso Legionarios de Cristo) que no tenía que rendir cuentas a nadie, más que a la Comisión de Obispos y directamente al papa. A diferencia de otras congregaciones religiosas en las que están organizados en determinadas diócesis y tienen que reportar sus finanzas a los obispos del sitio en el que se encuentran, el Opus Dei tenía esta excepcionalidad como prelatura apostólica de no entregar cuentas a ningún obispo sino a sus propias autoridades y eventualmente al papa”, insistió.

Ese era un privilegio que el papa Francisco les acaba de quitar con este decreto del 4 de agosto de este año y que se llama “Para tutelar el carisma”, resumió el experto.

Además, el obispo que era el prelado mayor de ellos ya no puede ordenar sacerdotes de su propio grupo y deja de ser obispo, lo que es un pequeño golpe al Opus Dei, esa especie de diócesis globalizada que, a diferencia de las otras congregaciones que dependen del obispo de la demarcación donde se encuentran, era como una supradiócesis no territorial que se extendía por el mundo. Eso ha quedado suspendido directamente por el papa, precisó el experto.

El investigador del IIS consideró que al Opus Dei sí le pusieron un límite. “Además de que en adelante no pueden dirigirse a los obispos para reportar cuentas, sino que tienen que pasar por la Sagrada Congregación de Religiosos, que ahora se llama Dicasterio del Clero (denominación genérica de todos los organismos de la curia romana).

Ahora como todas las congregaciones tiene que entregar cuentas cada año de sus finanzas, de cómo educar a sus sacerdotes. Es otro de los efectos del decreto papal.

González González consideró que esta reforma disminuiría un poco el poder paralelo que en los últimos años ha tenido el Opus Dei. “El problema es que son congregaciones, como los Legionarios de Cristo, que están acostumbrados a jugar de una manera muy poco ética en general; tienen suficientes elementos de poder como para darle la vuelta, porque los controles dependen de las relaciones que tengan en las curias”, finalizó.

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