En Geología, análisis de la dispersión de la Covid en aguas residuales y suelo

Ricardo Barragán destacó en su informe la apertura de la Estación de Lisímetros, primera en su tipo en México

El titular del Instituto. Foto: Fernando Velázquez.

La misión del Instituto de Geología (IGl) es generar conocimiento sobre la Tierra en beneficio de la humanidad, realizar investigación científica dirigida a la solución de problemas nacionales, formar recursos humanos de calidad, difundir y divulgar las Ciencias de la Tierra, el resguardo de bienes geológicos y paleontológicos del país, así como asesorar a la sociedad en temas de su competencia, afirmó Ricardo Barragán Manzo, director de la entidad universitaria.

Al presentar, de manera virtual, su segundo informe de labores recordó que en 2019 el Instituto conmemoró 90 años de haberse incorporado a la UNAM; 45 años de la existencia de la Estación Regional del Noroeste en Hermosillo, Sonora, así como 30 años del Museo Regional Mixteco Tlayúa, en Puebla, en tanto que en 2020 su Museo de Geología, ubicado en Santa María la Ribera, cumplió 50 años como recinto universitario.

Destacó que durante la pandemia el IGl se ha mantenido activo para atender necesidades de proyectos de investigación que se impulsan desde a UNAM, en particular en el análisis de la dispersión del SARS-CoV-2 y los fármacos asociados al tratamiento en aguas residuales y suelo, con un enfoque multidisciplinario.

Asimismo, dijo, se inauguró la Estación de Lisímetros, primera en su tipo en México y segunda en el continente, la cual analizará y comparará la calidad de suelos regados con aguas residuales, tratadas o crudas (sin tratar), iniciativa primordial en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, a la que la UNAM se sumó con la creación de un nodo para estrategias de sostenibilidad en la nación.

Planta académica

En presencia de William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica, expuso que la planta académica de la instancia está constituida por 61 investigadores, más de la mitad forma parte del Sistema Nacional de Investigadores; así como con 49 técnicos académicos, ocho de ellos son investigadores nacionales y, en su mayoría cuentan con estudios de maestría.

En cuanto a docencia y formación de recursos humanos, la entidad graduó a 35 estudiantes de licenciatura, 26 de maestría y 10 de doctorado, lo que significa un promedio de entre 1.2 alumnos graduados por investigador al año; y se impartieron 74 cursos de licenciatura, 81 de maestría, cuatro de doctorado y dos especialidades, lo que significó un promedio de 2.32 cursos por investigador por año.

Barragán Manzo señaló que en 2019 el Museo de Geología recibió a 80 mil 76 visitantes, y efectuó un número importante de actividades, entre ellas el Proyecto Especial para Personas con Discapacidad que busca la aplicación de las TIC para quienes tienen limitaciones auditivas y visuales. Además, ese recinto alberga el acervo histórico del Instituto, mismo que proporciona servicios a investigadores, tesistas y estudiantes de México, Estados Unidos, Francia y Colombia.

Asimismo, mencionó que el IGl firmó una serie de convenios de colaboración y servicios, entre ellos con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y el Consejo de Ciencia y Tecnología de Puebla, cuyo objetivo es compartir responsabilidades para la administración del museo de sitio Regional Mixteco Tlayúa, Puebla, y con ello impulsar el crecimiento de ese polo universitario.

Desde 2019 se hacen trabajos para la certificación del Laboratorio Nacional de Geoquímica y Mineralogía (LANGEM), constituido por 20 laboratorios, seis en Sonora y 14 en Ciudad de México, en los que se proporcionan servicios externos, en particular a sectores de la industria, cuyos avances permitirán certificar a cinco laboratorios ubicados en Ciudad Universitaria.

William Lee reconoció que se trata de un Instituto con una larga historia, es una de las tres entidades universitarias que iniciaron en las áreas de ciencias de la tierra, físico matemáticas y biología, junto con la autonomía en 1929, y que hoy son institutos. La certificación del LANGEM es algo que debe hacerse en todas las instalaciones de uso común, grandes y pequeñas, en la medida de lo posible, pues ello da solidez a la labor que se realiza al exterior.

Por último, al agradecer el trabajo efectuado por la comunidad del IGl, puntualizó que las condiciones actuales son complicadas y se requerirá de la creatividad y empuje de todos, hay que cuidarse, dar el ejemplo y estar presentes en lo que haga falta para contribuir al desarrollo de la Universidad y del país.

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